Pocos le han dejado las cosas tan claras a Ayuso como lo ha hecho David Uclés: el aplauso se escucha desde Sol.

 

 

 

 

“He vendido 300.000 ejemplares y no puedo comprarme una casa”.

 

 

 

 

 

 

 

La entrega de los VIII Premios Influyentes, organizados por el diario La Vanguardia, se ha convertido en el escenario de una de las intervenciones más sinceras y aplaudidas del año.

 

 

 

El escritor y músico David Uclés, autor de “La península de las casas vacías”, galardonado con el Premio Andalucía de la Crítica y convertido en fenómeno editorial con más de 300.000 ejemplares vendidos, ha aprovechado el reconocimiento cultural para lanzar un mensaje contundente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a toda la clase política española.

 

 

El tema central: el problema de la vivienda y la necesidad de políticas que prioricen la empatía y la solidaridad frente al individualismo.

 

 

David Uclés, nacido en Almería en 1982, representa a una generación de creadores que, pese a alcanzar el éxito profesional, se enfrenta a la realidad de un mercado inmobiliario cada vez más inaccesible.

 

 

 

“He vendido 300.000 ejemplares y no puedo comprarme una casa”, afirmó Uclés ante un auditorio repleto, en una frase que ha resonado en redes sociales y medios de comunicación.

 

 

 

Su testimonio pone de relieve la paradoja de una sociedad en la que ni siquiera los profesionales más exitosos pueden acceder a una vivienda digna en ciudades como Madrid, donde el precio medio del metro cuadrado supera los 4.200 euros según datos recientes de Idealista y el Colegio de Registradores.

 

 

 

“Pese a haber vendido 300.000 ejemplares, todavía no me puedo comprar una casa en Madrid que no sea un zulo sin ventana”, continuó Uclés, visibilizando la frustración de miles de ciudadanos que ven cómo el derecho constitucional a una vivienda adecuada se convierte en un lujo reservado a unos pocos.

 

 

 

El escritor no es una excepción: según el último informe de Fotocasa, el 70% de los jóvenes españoles entre 18 y 35 años no puede permitirse comprar una vivienda en su ciudad, y el alquiler tampoco es una alternativa viable, con precios que han subido un 10% en el último año en la capital.

 

Uclés, que comenzó a escribir su novela hace 17 años con la intención de narrar “de forma íntegra nuestra herida más reciente, la Guerra Civil”, ha convertido su obra en un homenaje a todas las víctimas y en una reflexión sobre la memoria colectiva.

 

 

 

“Me arriesgué a ser criticado por todos, los unos y los otros, pero por suerte me importaba poco”, confesó, reivindicando el valor de la literatura como herramienta para el diálogo y el entendimiento.

 

 

 

El autor ha recorrido España este año y, en sus palabras, ha aprendido que “somos un pueblo muy diverso, que en ocasiones defendemos ideales opuestos, que no solemos escucharnos con demasiado interés y creemos que nuestra verdad es única y universal”.

 

 

Esta diversidad, lejos de ser un obstáculo, debería ser el motor de políticas inclusivas y de un modelo de convivencia basado en el respeto y la empatía.

 

En su intervención, Uclés pidió a “nuestros representantes”, es decir, los políticos, que “gobiernen para todos” y que tengan en cuenta “la libertad, pero también la solidaridad”.

 

 

“La libertad de que cada uno haga lo que le dé la gana no es más que individualismo radical, la libertad sin empatía implica siempre egoísmo”, sentenció, en una crítica directa al discurso liberal que ha caracterizado la gestión de Isabel Díaz Ayuso en Madrid.

 

 

 

El escritor no se limitó a la vivienda: “Me duele en el alma contemplar los problemas a los que se enfrentan cada día la ciudadanía, como el hecho de alargar las listas de espera para las operaciones, en ocasiones a propósito para que los gestores privados se llenen el bolsillo a costa de nuestra salud”.

 

 

 

La referencia a la sanidad madrileña no es casual: en las últimas semanas, el Hospital de Torrejón de Ardoz ha sido noticia tras la filtración de audios del CEO de Ribera Salud, Pablo Gallart, en los que se instaba a mantener altas las listas de espera para maximizar beneficios económicos.

 

 

El escándalo ha provocado una investigación oficial del Ministerio de Sanidad y ha puesto en entredicho el modelo de colaboración público-privada que impera en la región.

 

 

El mensaje de Uclés se enmarca en un contexto de emergencia habitacional.

 

 

En Madrid, el precio de la vivienda ha alcanzado máximos históricos, con una subida interanual del 7,5% según el INE.

 

 

El alquiler, por su parte, supera los 1.300 euros mensuales de media, lo que representa más del 40% del salario medio neto en la región.

 

 

La compra de vivienda es prácticamente imposible para la mayoría de los jóvenes y profesionales, y la oferta de vivienda pública es insuficiente: solo el 1,6% del parque total corresponde a vivienda protegida, según datos del Ayuntamiento de Madrid.

 

 

 

La situación se agrava por la proliferación de viviendas turísticas y la especulación inmobiliaria. Según el portal AirDNA, Madrid cuenta con más de 15.000 viviendas destinadas a alquiler turístico, lo que reduce la oferta para residentes y presiona al alza los precios.

 

 

El fenómeno de los “casas vacías” es una realidad: el último censo del INE estima que hay más de 130.000 viviendas vacías en la capital, muchas de ellas en manos de fondos de inversión y grandes propietarios.

 

El gobierno regional, liderado por Ayuso, ha defendido la liberalización del mercado y la reducción de impuestos como fórmula para dinamizar la vivienda.

 

 

Sin embargo, los datos muestran que la construcción de vivienda pública ha caído un 60% en la última década y que las ayudas al alquiler son insuficientes para paliar la subida de precios.

 

 

Organizaciones como Cáritas y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han denunciado el aumento de los desahucios y la falta de alternativas habitacionales para las familias vulnerables.

 

 

El gobierno central, por su parte, ha impulsado la Ley de Vivienda, que incluye medidas para limitar los precios del alquiler en zonas tensionadas y aumentar la oferta de vivienda social, pero la aplicación práctica depende de las comunidades autónomas y la resistencia de Madrid ha sido notable.

 

 

La intervención de David Uclés ha sido aplaudida desde la Puerta del Sol hasta los círculos culturales de toda España.

 

 

Su testimonio demuestra que la cultura puede ser una herramienta de denuncia y de transformación social.

 

 

“A la imposibilidad de tener una vivienda digna, véase mi caso, que pese a haber vendido 300.000 ejemplares, todavía no me puedo comprar una casa en Madrid”, repitió, poniendo rostro y voz a una problemática que afecta a miles de creadores, jóvenes y familias.

 

 

 

El escritor ha reivindicado el papel de la literatura como espacio de encuentro y reflexión, capaz de honrar la memoria de las víctimas de la Guerra Civil y de interpelar a los políticos sobre los problemas reales de la ciudadanía.

 

 

“Espero que no tenga que viajar al extranjero, espero que no y que sea realismo mágico para abortar”, ironizó, en referencia al éxodo de jóvenes y profesionales que se ven obligados a emigrar por falta de oportunidades y vivienda.

 

El mensaje de Uclés ha generado un amplio debate en redes sociales y medios de comunicación. Numerosos usuarios han compartido su testimonio, acompañándolo de datos sobre el acceso a la vivienda y la precariedad laboral.

 

 

Partidos de la oposición han pedido a Ayuso que escuche las reivindicaciones de los ciudadanos y que impulse políticas más ambiciosas en materia de vivienda y sanidad.

 

 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, por su parte, ha mantenido su discurso en defensa de la libertad individual y la iniciativa privada, aunque el silencio ante el escándalo del Hospital de Torrejón y las dificultades de acceso a la vivienda han generado críticas incluso dentro de su propio partido.

 

 

La intervención de David Uclés en los VIII Premios Influyentes ha sido mucho más que un discurso de agradecimiento: ha sido un acto de denuncia social y un llamamiento a la empatía y la solidaridad.

 

 

“Gobernad para todos”, pidió el escritor, recordando a los políticos que la libertad sin empatía es solo egoísmo y que la vivienda digna y la sanidad pública son derechos fundamentales que deben estar por encima de los intereses económicos y partidistas.

 

 

 

El aplauso que recibió Uclés se escuchó desde la Puerta del Sol y más allá, en un país que sigue buscando respuestas a sus heridas más profundas y a sus problemas más urgentes.

 

 

La cultura, la literatura y la música se convierten así en altavoces de la ciudadanía y en motores de cambio, reclamando un futuro en el que todos puedan vivir, crear y sanar en igualdad de condiciones.