Sánchez da la réplica a Abascal tras sus desafortunadas palabras en el funeral de Robe Iniesta: “Hasta para hacer chistes, insultan”.

 

 

 

El presidente del Gobierno ha intervenido en el cierre de campaña del PSOE en Extremadura de cara a las elecciones de este domingo en la comunidad

 

 

 

 

 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de VOX, Santiago Abascal

 

 

 

La campaña electoral en Extremadura ha estado marcada por la emoción, la cultura y, sobre todo, la polémica.

 

 

Este viernes, en la clausura de campaña, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, acompañó al candidato socialista Miguel Ángel Gallardo en uno de los actos más intensos y simbólicos del proceso electoral.

 

 

 

Sánchez, conocido por su habilidad para conectar con los sentimientos colectivos, no dudó en abordar uno de los temas que más han herido la sensibilidad de los extremeños en los últimos días: la polémica generada por las declaraciones de Santiago Abascal, líder de Vox, en relación al reciente fallecimiento de Robe Iniesta, el mítico cantante y compositor de Extremoduro.

 

 

 

El contexto no podía ser más delicado. Plasencia, una ciudad que respira cultura y memoria, fue escenario de dos acontecimientos profundamente opuestos en el mismo espacio y con apenas unas horas de diferencia.

 

 

Por un lado, el homenaje multitudinario a Robe Iniesta, un artista que trascendió generaciones y que dio voz a los sentimientos y realidades de Extremadura.

 

 

Por otro, el mitin de Vox, encabezado por Abascal, quien, en un intento de ironía política, pronunció unas palabras que rápidamente se convirtieron en el epicentro de la polémica nacional.

 

 

Sánchez, en su intervención, no esquivó el tema. “En esta campaña han pasado cosas que nos han herido en el corazón”, comenzó diciendo, con un tono solemne que reflejaba el dolor compartido por muchos.

 

 

El presidente, que ha confesado en varias ocasiones ser fan del rock español y de Extremoduro, quiso rendir homenaje al legado cultural de Robe Iniesta y a la importancia de la música como elemento de identidad y cohesión social.

 

 

“A aquellos que nos gusta la música, apreciamos el rock, el haber visto cómo fallecía una persona muy querida, el alma de Extremoduro”, expresó, subrayando el vacío que deja el artista y la huella imborrable que deja en la historia de la región.

 

 

El momento más tenso de su discurso llegó cuando rescató las polémicas palabras de Abascal.

 

 

“Escuchar a Abascal que iba a decir que iba a desinfectar el lugar donde estuvo la familia… Hasta para hacer chistes, insultan”, lamentó Sánchez, visiblemente molesto.

 

 

La frase de Abascal, pronunciada en el Palacio de Congresos de Plasencia, donde horas antes se había despedido a Robe Iniesta, fue interpretada por muchos como un ataque gratuito a la memoria del artista y a la cultura extremeña.

 

 

La indignación no tardó en extenderse por redes sociales y medios de comunicación, donde políticos, artistas y ciudadanos expresaron su rechazo y exigieron respeto.

 

 

 

Sánchez, lejos de quedarse en la crítica, quiso poner en valor el papel de Extremadura como tierra de cultura y resistencia.

 

 

“Extremadura es cultura, y le recomiendo que este fin de semana una canción de Extremoduro, Extremadura es cultura y le vencerá a él el próximo 21D”, afirmó, en una clara apuesta por la dignidad y la fuerza de la región frente a los ataques y la intolerancia.

 

 

La referencia a la música de Extremoduro funcionó como símbolo de identidad y como llamada a la movilización ciudadana, reivindicando la cultura como herramienta de transformación y como respuesta a la crispación política.

 

 

Las palabras de Abascal, que dieron origen a la controversia, fueron pronunciadas en un tono irónico durante su mitin en Plasencia.

 

 

“Algunos vienen por aquí y se van enseguida. Algunos vienen por aquí y visitan en la campaña electoral Cáceres y Badajoz en 15, 20 días o Plasencia, quizá, Mérida…”, comenzó, criticando a los políticos que, según él, solo pisan Extremadura por interés electoral.

 

 

La frase que encendió la polémica fue: “De hecho aquí creo que hay que desinfectar, ¿no?, o echar agua bendita, depende como se mire”.

 

 

El hecho de que esas palabras se pronunciasen en el mismo lugar donde se había homenajeado a Robe Iniesta llevó a muchos a interpretarlas como una falta de respeto y como una muestra de desprecio hacia la cultura y la memoria colectiva de la ciudad.

 

 

 

Las reacciones no se hicieron esperar. Mavi Mata, portavoz de Unidas Podemos en Plasencia, expresó en X: “Vergonzoso y deplorable, burlarse del homenaje a Robe Iniesta en el Palacio de Congresos de Plasencia, hablando de ‘desinfectar’ el espacio, es un desprecio a la cultura, a la memoria colectiva y a esta ciudad”.

 

 

Las redes sociales se llenaron de mensajes de indignación y de llamadas al respeto, mientras que numerosos artistas y representantes de la cultura extremeña defendieron el legado de Robe y la importancia de proteger la memoria cultural frente a la instrumentalización política.

 

 

 

Ante la magnitud de la polémica, Vox intentó aclarar la situación, asegurando que la broma de Abascal estaba dirigida al presidente Pedro Sánchez y no al homenaje a Robe Iniesta.

 

 

Sin embargo, la coincidencia de tiempo y lugar, así como el tono del discurso, hicieron que la explicación no convenciera a muchos, y la controversia continuó alimentando el debate público durante los días previos a las elecciones.

 

 

Este episodio pone de manifiesto la fragilidad del clima político actual y la facilidad con la que los símbolos culturales pueden ser utilizados y manipulados en la lucha partidista.

 

 

La figura de Robe Iniesta, que debería haber sido motivo de unión y reconocimiento, terminó siendo objeto de enfrentamiento y de disputa, evidenciando la dificultad de mantener el respeto y la convivencia en un contexto marcado por la polarización y la crispación.

 

 

La intervención de Pedro Sánchez en la clausura de campaña no solo sirvió para denunciar la actitud de Abascal y reivindicar el valor de la cultura, sino que también funcionó como llamada a la responsabilidad y al sentido común.

 

 

El presidente apeló a la memoria y al legado de Extremoduro como elementos capaces de unir a la sociedad extremeña y de ofrecer una alternativa a la confrontación y al insulto.

 

 

En su discurso, Sánchez apostó por la dignidad y por el poder transformador de la cultura, recordando que la música y el arte son herramientas fundamentales para la construcción de una sociedad más justa y plural.

 

 

Las palabras de Sánchez fueron recibidas con aplausos y con muestras de apoyo por parte de los asistentes, muchos de los cuales compartían el dolor y la indignación por la pérdida de Robe Iniesta y por la polémica generada en torno a su homenaje.

 

 

El acto de clausura se convirtió así en un espacio de reivindicación cultural y de compromiso democrático, donde la memoria del artista y la defensa de la cultura se erigieron como principales protagonistas.

 

 

La campaña electoral en Extremadura, marcada por episodios como este, evidencia la necesidad de recuperar el respeto y la convivencia en el debate público.

 

 

La utilización de la cultura como arma política no solo empobrece el discurso, sino que también pone en riesgo la cohesión social y la capacidad de la ciudadanía para construir proyectos comunes.

 

 

La memoria de Robe Iniesta, como símbolo de la identidad extremeña y de la creatividad colectiva, merece ser protegida y celebrada, lejos de las disputas y de la instrumentalización partidista.

 

 

 

En definitiva, la clausura de campaña en Extremadura ha sido mucho más que un acto político.

 

 

Ha sido una reivindicación de la cultura, de la memoria y del respeto, frente a los intentos de descalificación y de confrontación.

 

 

Las palabras de Pedro Sánchez, recogiendo el sentir de miles de extremeños, han servido para recordar que la dignidad y la cultura son valores irrenunciables, capaces de vencer al odio y a la intolerancia.

 

 

Y que, como bien dijo el presidente, Extremadura es cultura, y la cultura siempre vence.