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1. La bomba que reventó desde dentro del sistema

Durante años, la sanidad pública madrileña ha sido presentada como el buque insignia del llamado “modelo Ayuso”: eficiencia, colaboración público-privada, libertad de elección y reducción del gasto. Sin embargo, en los últimos días ese relato se ha resquebrajado de forma abrupta tras la aparición de audios internos, denuncias judiciales y una querella criminal contra los directivos del Hospital de Torrejón de Ardoz, gestionado por la empresa Ribera Salud.

Lo que ha estallado no es un simple caso aislado. Es una crisis estructural que apunta directamente al corazón del modelo sanitario promovido por el Partido Popular en Madrid durante más de una década.

La denuncia es demoledora: órdenes para engordar listas de espera, priorizar tratamientos rentables, reducir intervenciones costosas, reutilizar material sanitario de un solo uso, todo con un único objetivo: maximizar beneficios empresariales con dinero público.

Y lo más grave: apenas horas después de que cuatro directivos y profesionales denunciaran internamente estas prácticas, fueron despedidos de forma fulminante.


2. Cinco presuntos delitos y una querella que puede cambiarlo todo

La primera querella ya ha sido presentada ante los tribunales. Según fuentes jurídicas, se imputan hasta cinco posibles delitos a los responsables de la gestión del hospital:

Delitos contra la salud pública

Malversación de fondos públicos

Falsedad documental

Prevaricación

Administración desleal

Si estas imputaciones prosperan, el caso de Torrejón se convertiría en el mayor escándalo sanitario de la Comunidad de Madrid en décadas.

La Fiscalía ya ha abierto diligencias informativas. El foco no se limita a Torrejón. El verdadero epicentro está en el modelo de privatización sanitaria implantado por el PP, donde empresas como Quirón y Rivera Salud se han convertido en socios permanentes del presupuesto público.


3. La frase que lo resume todo: “Pacientes, no clientes”

En medio del escándalo, una frase se ha convertido en consigna política:

“Son pacientes, no clientes. Son estudiantes, no clientes. Son personas con discapacidad, no clientes.”

Este lema resume la crítica central: la transformación de la sanidad en un negocio, donde el enfermo deja de ser sujeto de derechos para convertirse en una unidad contable.

Los audios filtrados del CEO de la empresa gestora son especialmente duros. En ellos se habla sin ambages de “rentabilidad”, “optimización de beneficios”, “selección de procesos” y “desviación de pacientes caros”.

Nada de esto se refiere a mejorar la salud de la ciudadanía. Todo se refiere a cuentas de resultados.


4. Quirón, el gigante beneficiado por el dinero público

Uno de los nombres propios que aparece de forma constante es el grupo Quirón, considerado el mayor beneficiario de la colaboración público-privada en Madrid.

Los datos son demoledores:

En cuatro años:

Presupuesto inicial: 2.500 millones de euros

Gasto real ejecutado: casi 5.000 millones de euros

En 2024:

Previsión: 750 millones

Pagado finalmente: 1.500 millones

Esto representa una desviación presupuestaria del 125% de forma sistemática.

Es decir: oficialmente se aprueba una cifra, pero año tras año se termina pagando el doble sin que exista una explicación clara y pública.

El "principal cliente" del novio de Ayuso es Quirón, gran beneficiario de  la privatización sanitaria del PP


5. Ayuso en silencio, Feijóo en contradicción

Durante los primeros días del escándalo, Isabel Díaz Ayuso desapareció por completo del foco mediático. Silencio absoluto. Ni una comparecencia, ni una explicación, ni una condena directa.

Quien sí habló fue Alberto Núñez Feijóo, líder nacional del PP, asegurando que:

“Si alguien ahorra dinero a costa de no atender a los pacientes, debe ser sancionado.”

Pero su declaración provocó un efecto boomerang inmediato:
Porque no se trata de ahorrar dinero, sino justamente de lo contrario: generar más gasto público para multiplicar beneficios privados.

Esa diferencia no es un matiz. Es el núcleo del escándalo.

Feijóo vuelve a pedir a Sánchez que convoque elecciones: "Lo que ofrece son  mentiras, corrupción y deslealtad" | Política | Cadena SER


6. El antecedente inquietante: el caso Cifuentes

Este modelo ya dejó una advertencia en el pasado. Cuando Cristina Cifuentes, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, decidió paralizar pagos millonarios a Quirón hasta que se justificaran, comenzó su caída política.

Poco después estallaron:

El caso del máster

Los vídeos del supermercado

Su dimisión forzada

Hoy, muchos se preguntan si aquel episodio fue realmente casual o si el precio de enfrentarse al sistema de la privatización es siempre el mismo.


7. “La privatización mata”: el dato que estremece

Una parte del debate dio un salto definitivo cuando se citó un estudio de la Universidad de Oxford, que concluye que las privatizaciones sanitarias impulsadas en Reino Unido desde 2012 provocaron más de 557 muertes evitables.

La ecuación es tan brutal como clara:
menos inversión pública real + más beneficio privado = más mortalidad evitable.

En otras palabras: se recorta para que otros ganen.


8. Irene Montero: “Esto es un crimen contra la salud pública”

La intervención de Irene Montero elevó el tono político al máximo nivel:

“Esto no es solo un delito. Es un crimen contra la salud pública. La privatización es una política homicida.”

Montero fue más allá: acusó directamente al modelo de desmantelar hospitales públicos de referencia, como La Paz, el Gregorio Marañón o el 12 de Octubre, mientras millones de euros acaban en empresas privadas.

Y lanzó una frase que ha encendido el debate social:

“Que hagan negocio con otra cosa. No con nuestras enfermedades.”


9. El caso Torrejón: listas de espera como herramienta de negocio

Según las denuncias internas, una de las prácticas más graves detectadas fue:

Alargar deliberadamente listas de espera

Renunciar a operaciones complejas

Derivar pacientes costosos

Priorizar procedimientos rentables

Todo bajo criterios económicos.

Cada día sin operación, cada prueba cancelada, cada tratamiento retrasado, se convertía en una variable más dentro de un Excel financiero.


10. El despido como aviso a navegantes

El despido inmediato de los cuatro directivos denunciantes ha sido interpretado como un mensaje interno claro:

Quien hable, cae.

Para sindicatos y asociaciones médicas, este gesto certifica que no se trataba de “manzanas podridas”, sino de un sistema blindado que se protege a sí mismo.


11. Feijóo y el problema de fondo: no es Torrejón, es el modelo

El gran debate que ahora se abre va mucho más allá de un hospital concreto.

Lo que está en cuestión es:

El sistema de concesiones

Los conciertos sanitarios

La externalización de servicios esenciales

La transferencia sistemática de fondos públicos a empresas privadas

Y siempre bajo gobiernos del mismo signo político.


12. El colapso silencioso de la sanidad pública

Mientras tanto, en los hospitales cien por cien públicos:

Falta personal

Faltan camas

Faltan recursos

Las urgencias colapsan

Los profesionales trabajan al límite

Y sin embargo, el dinero sigue fluyendo hacia la sanidad privatizada.


13. El gran dilema político

El escándalo ha dejado al Partido Popular ante una disyuntiva histórica:

Defender su modelo y asumir el desgaste

O desmontar el sistema que ellos mismos construyeron

En ambos casos, el coste político es enorme.


14. ¿Y ahora qué?

Las próximas semanas serán decisivas:

Avance de la investigación judicial

Auditorías internas

Nuevas filtraciones

Comparecencias parlamentarias

Posibles dimisiones

Lo que está claro es que el caso Torrejón ya ha reventado la zona de confort del poder sanitario en Madrid.


15. Cuando la salud se convierte en mercancía

Este escándalo no trata solo de cifras, de empresas o de partidos.

Trata de una pregunta esencial:

¿Debe la salud ser un derecho o un negocio?

Hoy, miles de ciudadanos en Madrid tienen la sensación de que esa respuesta se está decidiendo no en hospitales, sino en consejos de administración.

Y cuando eso ocurre, la democracia entra en un territorio extremadamente peligroso.