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Cuando una causa se convierte en obsesión

Hay investigaciones que avanzan.
Otras que se archivan.
Y luego están aquellas que, aunque los tribunales superiores las cierren una y otra vez, se resisten a desaparecer, como si alguien se negara a aceptar el punto final.

El rescate de Air Europa pertenece ya a esta última categoría.

Cuatro veces archivado.
Cuatro veces corregido.
Y, aun así, resucitado de nuevo.

El nombre que firma esta última reactivación es el mismo de siempre: Juan Carlos Peinado.

Peinado, el juez "meticulosísimo" y "sin estridencias" que convoca al  testigo Sánchez | Crónica


La cuarta insistencia: cuando el archivo no basta

En noviembre, la Audiencia Provincial de Madrid fue rotunda.
No una, ni dos, sino por cuarta vez.

No hay indicios nuevos.
No hay base probatoria.
No se puede investigar el rescate de Air Europa por simples conjeturas ni extender la sospecha sobre Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno.

Parecía el final.

Pero no lo fue.

Apenas días después, el juez Peinado firma una providencia solicitando a la UCO un nuevo informe para determinar si han aparecido hechos nuevos.

Una frase aparentemente inocente.
Pero jurídicamente demoledora.


¿Quién busca los indicios?

En el Estado de Derecho, los papeles están claros:

El juez identifica los indicios

La policía judicial investiga

La instrucción no puede convertirse en una expedición a ciegas

Sin embargo, aquí ocurre algo distinto.
Peinado no señala hechos nuevos.
Pregunta a la UCO si existen.

Y en ese gesto se abre una grieta inquietante:
👉 cuando el juez pide a la policía que le diga si debe investigar, la lógica se invierte.


El origen incómodo del “nuevo material”

La clave de esta nueva diligencia no nace de una investigación policial propia, sino de un informe privado, elaborado por un abogado cuya credibilidad ya ha sido puesta en duda.

Un documento de más de 50 páginas.
Ya enviado al Tribunal Supremo.
Ya archivado.
Ya desacreditado.

Es el mismo autor que aseguró, sin pruebas, que miembros del Gobierno tenían cuentas en paraísos fiscales.

Aun así, ese texto vuelve a convertirse en gasolina judicial.

No por su solidez.
Sino por su utilidad.


Un juez corregido… y reincidente

El historial de esta instrucción resulta difícil de ignorar:

Secreto de sumario anulado

Registros invalidados

Imputaciones revocadas

Investigación limitada en tres ocasiones

Intento fallido de imputar a un ministro

Todo ello en una sola causa.

Demasiadas correcciones para hablar de errores aislados.
Demasiadas advertencias ignoradas para no hablar de persistencia.

Begoña, como una infanta en la Asamblea | España


Una cronología que no parece casual

Los defensores de la coincidencia deberían observar la secuencia con calma:

Febrero de 2024: la Fiscalía actúa contra el novio de Isabel Díaz Ayuso

Marzo: el caso estalla mediáticamente

Abril: se abre la investigación contra Begoña Gómez

Ahora, cuando el caso Ayuso avanza judicialmente…
👉 Air Europa vuelve a escena

No es una acusación.
Es una constatación temporal.

Y en política, los tiempos nunca son inocentes.


Investigación prospectiva: el delito de buscar algo

Uno de los reproches más graves formulados por la Audiencia es la investigación prospectiva:
analizarlo todo con la esperanza de que algo aparezca.

Una técnica incompatible con el derecho penal garantista.
Pero tremendamente eficaz en el plano político.

Porque aunque no haya condena,
el proceso ya castiga.


La UCO como actor central

Cada vez más analistas señalan un fenómeno inquietante:
la transformación de la UCO en actor protagonista, no subordinado.

Cuando la policía pasa de investigar hechos a orientar la propia existencia de la causa, el equilibrio institucional se resiente.

No es una teoría conspirativa.
Es una pregunta incómoda.


El efecto ya está logrado

Incluso si mañana la causa se archiva definitivamente, el impacto es irreversible:

Titulares reiterados

Sospecha instalada

Duda social

Eso es lo que algunos llaman lawfare.
Otros lo llaman desgaste.
Pero todos reconocen su eficacia.


La justicia como escenario

Nada de esto ocurre en el vacío.

Ocurre en un clima de polarización extrema.
Con partidos que anuncian movimientos judiciales antes de que sean públicos.
Con una opinión pública saturada de ruido.

Y con una pregunta flotando en el aire:

👉 ¿Se investiga para esclarecer… o para influir?


El punto de no retorno

Tal vez el problema ya no sea Begoña Gómez.
Ni Air Europa.
Ni siquiera el juez Peinado.

Tal vez el problema sea otro:
la normalización de una justicia que no sabe cerrar,
que no acepta el archivo,
que insiste hasta que el desgaste político cumple su función.

Porque cuando una causa vuelve por cuarta vez sin pruebas nuevas claras,
el foco deja de estar en el delito.

Y pasa a estar en el método.


La pregunta final

Si no hay hechos nuevos.
Si los tribunales corrigen una y otra vez.
Si los informes proceden de fuentes ya desacreditadas.

Entonces la pregunta no es jurídica.
Es democrática.

👉 ¿Quién controla a quien investiga?
👉 Dónde acaba la justicia y empieza la estrategia?
👉 Y cuántas veces puede reabrirse un caso hasta que el daño ya sea irreversible?

Porque hay procesos que buscan verdad.
Y otros que buscan efecto.

Y este, cada vez más,
parece pertenecer a los segundos.