Abascal DESTAPA PUCHERAZO! Aterrador DATO sobre VOTO por CORREO ROBADO que SIEMBRA PÁNICO en MONCLOA.

 

 

 

Santiago Abascal arremete contra el Gobierno y el Partido Popular en el cierre de campaña: “España necesita una alternativa limpia y honrada”.

 

 

 

En el último día de campaña electoral en Extremadura, Santiago Abascal, líder de Vox, ofreció una rueda de prensa marcada por la contundencia de sus críticas tanto al Gobierno de Pedro Sánchez como al Partido Popular, a quienes acusó de corrupción, manipulación y falta de transparencia.

 

 

El discurso de Abascal, lejos de limitarse a los problemas regionales, se convirtió en una radiografía de la crisis institucional y política que, según él, atraviesa España, y en un llamamiento a los ciudadanos para que voten “sin miedo” y defiendan una alternativa “limpia y honrada”.

 

 

 

Abascal comenzó su intervención haciendo un llamamiento directo a los extremeños y al conjunto de los españoles para que acudan a las urnas “sin miedo”, y para que ayuden a Vox a presentar una alternativa real frente al “Sánchez Alibabá y sus 40.000 ladrones y abusadores” y al “Partido Popular de la Estafa”, al que acusó de mantener una sede “pagada con dinero negro”.

 

 

 

Según el líder de Vox, existe la posibilidad de hacer “una política distinta, limpia, honrada y pegada a los intereses reales de los ciudadanos”, y reivindicó la campaña de Vox en Extremadura como una muestra de ese compromiso, pese a “todas las manipulaciones y los insultos” sufridos.

 

 

 

Abascal enumeró los problemas concretos de los extremeños, entre los que destacó el “colapso del sistema hospitalario”, el “sistema educativo absolutamente degradado”, la “inseguridad en las calles” y la “ruina del campo y de la industria”, que “condena al exilio a tantísimos jóvenes extremeños”.

 

 

Para Vox, estas cuestiones han sido el eje de su campaña, frente a lo que considera una política alejada de los problemas reales por parte de los partidos tradicionales.

 

 

 

Uno de los temas centrales abordados por Abascal fue el reciente escándalo de Correos, en el que se denunció el robo de votos en Extremadura.

 

 

Aunque finalmente se confirmó que fueron menos de 200 votos sustraídos, y que los afectados podrán volver a votar, Abascal insistió en la gravedad del hecho y en la necesidad de “seguir exigiendo limpieza electoral”.

 

 

A pesar de que la presidenta regional del Partido Popular, María Guardiola, insinuó la posibilidad de un “pucherazo”, el líder de Vox prefirió no alimentar esa hipótesis, aunque sí mantuvo su desconfianza hacia el Gobierno, al que calificó de “mafioso”, “corrupto” y “peligroso para las mujeres y para todos los españoles”.

 

 

 

Abascal fue tajante: “Quien tiene legitimidad para hablar de limpieza electoral es Vox y no el Partido Popular”, y arremetió contra el secretario general del PP, Miguel Tellado, acusándolo de “practicar la guerra sucia contra Vox” y de haber “animado a la gente a robar en los buzones de sus vecinos las papeletas de Vox con la bandera de España” en su Galicia natal.

 

 

 

El líder de Vox denunció también el acoso sufrido por su formación durante la campaña, asegurando que el Gobierno actúa “al servicio de los intereses de un partido y de una casta mafiosa y corrupta”.

 

 

 

Según Abascal, los actos de Pedro Sánchez se celebran bajo estrictos perímetros de seguridad que “rodean barrios y pueblos enteros”, impidiendo el acceso de los ciudadanos, mientras que los mítines de Vox son sistemáticamente boicoteados por “gente ruidosa, amenazante y gritona” que, con el “permiso del Ministerio del Interior”, intentan interrumpir los actos electorales e incluso agredir a candidatos de Vox, lo que constituye “sin ninguna duda un delito electoral”.

 

 

 

Abascal anunció que Vox acudirá a la justicia para denunciar estos hechos y para “seguir denunciando a este gobierno acorralado por la corrupción”.

 

 

 

En otro momento de la rueda de prensa, Abascal se refirió a la reciente visita de José Bono y José Luis Rodríguez Zapatero a la reapertura de un hotel de lujo en República Dominicana, propiedad de Globalia, junto a Hidalgo, actualmente imputado por corrupción.

 

 

Vox había solicitado meses atrás la comparecencia de Bono y Zapatero en la Comisión de Investigación del Senado, pero el Partido Popular votó en contra.

 

 

“No entendemos por qué”, afirmó Abascal, quien acusó al PP de actuar “en función de si está en campaña electoral o no”, y de mostrar “contradicciones constantes”.

 

 

 

El líder de Vox criticó la actitud del PP, que ahora sí pide explicaciones a Zapatero y Bono por sus vínculos con casos de corrupción, cuando antes se negó a investigarlos.

 

 

“Es una contradicción más del Partido Popular, que es un partido que es una contradicción con patas”, sentenció.

 

 

 

Abascal aprovechó la ocasión para denunciar la labor de algunos medios de comunicación, a los que acusó de “no pedir transparencia” en los casos denunciados por Vox y de “convertir esto en un caso contra los que hemos denunciado”.

 

 

 

El líder de Vox lamentó que ciertos periodistas “no tienen honor” y que son capaces de “editar y manipular mensajes de WhatsApp” para atacar a su partido.

 

 

“Espero que los medios de comunicación dejen de colaborar con el intento de destruir a Vox”, reclamó.

 

 

 

Sobre la publicación de mensajes privados y grabaciones sin consentimiento, Abascal se mostró tranquilo, asegurando que “actuó por orden, exigiendo transparencia y presentando denuncias cuando no se obtuvo”.

 

 

Durante la rueda de prensa, Abascal también fue preguntado por asuntos locales, como el uso de la palabra “Alá” por parte del alcalde socialista de Mérida para promocionar un evento, y por la versión de Víctor del Dama que apunta a que Rodríguez Zapatero se llevó 10 millones de euros a Panamá en relación con el rescate de Plus Ultra.

 

 

Abascal reiteró que Vox ha sido el primero en personarse en el caso Plus Ultra y que seguirá denunciando todos los casos de corrupción, pero prefirió no valorar las versiones de los denunciantes, esperando que sean los jueces quienes determinen las responsabilidades.

 

 

 

Abascal destacó la importancia de la reciente manifestación en Bruselas, donde miles de agricultores y ganaderos europeos denunciaron la situación del campo. Insistió en que Vox ha defendido siempre medidas en favor del campo y de la reindustrialización, y criticó a María Guardiola por “negarse al diálogo con Vox” y por rechazar la aplicación en Extremadura de medidas aprobadas en Valencia, como la rebaja fiscal y el ataque a las políticas de género.

 

 

 

Sobre el debate electoral celebrado la víspera, Abascal elogió a Óscar Fernández Calle, candidato de Vox, como “el único que plantea principios y denuncia lo intolerable”.

 

 

Criticó la presencia en el debate de un candidato “procesado por delitos muy serios” y colocado “por el presidente del gobierno”, así como la ausencia de María Guardiola, a quien acusó de “no poder debatir” porque sus políticas “son las mismas que las del Partido Socialista”.

 

 

 

El cierre de campaña de Santiago Abascal en Extremadura fue mucho más que un acto electoral.

 

 

Fue un alegato contra la corrupción, la manipulación y la falta de transparencia que, según Vox, caracterizan tanto al Gobierno de Sánchez como al Partido Popular.

 

 

 

Abascal se presentó como el único líder capaz de ofrecer una alternativa “limpia, honrada y pegada a los intereses reales de los ciudadanos”, y pidió a los extremeños y españoles que voten sin miedo y ayuden a “vigilar este proceso electoral y los siguientes”.

 

 

 

La campaña en Extremadura, marcada por los escándalos de robo de votos, las denuncias de corrupción y el enfrentamiento directo entre las principales fuerzas políticas, deja claro que el debate sobre la limpieza democrática y la regeneración institucional seguirá siendo central en la política española.

 

 

Vox, con su discurso de confrontación y denuncia, aspira a convertirse en el referente de esa exigencia de transparencia y cambio.

 

 

 

Mientras tanto, los ciudadanos extremeños y españoles se preparan para acudir a las urnas, en un clima de polarización y desconfianza, pero también con la esperanza de que la democracia recupere su sentido original: ser el reflejo fiel de la voluntad popular y el instrumento de defensa de los intereses reales de la gente.