La condena al fiscal, en la prensa mundial: un “duro golpe” a Sánchez y sospecha de “sesgo político”.

 

 

 

Los medios europeos, que son los que más se fijan en la historia, destacan la pelea partidista entre los poderes, la falta de pruebas concluyentes y el hecho de que González Amador sea pareja de una “prominente política de derechas”.

 

 

 

 

 

En español y en inglés, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, se felicitó ayer de que “toda la prensa internacional” esté haciéndose eco de la condena al aún fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos.

 

 

Es una afirmación relativamente cierta, porque la noticia no ha sido tan profusamente reproducida como dice, pero sí es cierto que ha acaparado la atención, sobre todo, de los medios europeos, con el foco puesto en lo que se califica de “crisis” en uno de los pocos gobiernos de izquierdas que quedan en el viejo continente.

 

 

Eso sí, con precisiones sobre la posibilidad de recurso y las dudas en las pruebas en contra del fiscal, también.

 

 

La lectura general es similar, se lea, se escuche o se mire lo que se mire: estamos ante un “duro” o “severo golpe” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien había apostado fuerte por la inocencia del fiscal -y aún lo hace-, un daño institucional que se enmarca en denuncias de “sesgo político”, en un choque de poderes teñido de partidismo.

 

 

Por ejemplo, el diario británico The Guardian, de tendencia progresista, ha titulado directamente su información como “Duro golpe para el presidente del Gobierno español tras la condena del fiscal general en el caso de las filtraciones”.

 

 

Explica a sus lectores que  García Ortiz es, a ojos de la justicia, “culpable de filtrar información confidencial” sobre Alberto González Amador, el novio de Ayuso, de quien afirman que es “una prominente política de derechas y presidenta de la región de Madrid, quien ha sido una de las críticas más fuertes contra Sánchez”.

 

 

“Este veredicto representa un golpe significativo para el primer ministro socialista Pedro Sánchez, quien ha insistido reiteradamente en la inocencia del fiscal general”, expone, y añade contexto: “se encuentra bajo una presión cada vez mayor debido a una serie de acusaciones de corrupción que afectan a su familia y a sus aliados”. “El caso ha reavivado el debate sobre la politización del poder judicial”, recuerda.

 

 

 

Sin dejar Reino Unido, The Telegraph (un diario conservador, en este caso), muestra desde el minuto uno la pelea ideológica, por encima del propio caso en sí: “El fiscal general de la izquierda en España, culpable de una filtración dirigida contra la líder conservadora de Madrid”, indica.

 

Lo de la “izquierda” lo repite machaconamente. La información destaca, a su vez, que “esta sentencia constituye un precedente sin igual contra una figura legal de tan alto rango”.

 

 

Cita que García Ortiz negó ser la fuente de las filtraciones, pero “sí admitió haber utilizado la información del caso para redactar un comunicado de prensa”. Le da a eso más fuerza que a los testimonios de los periodistas negando que fuera él quien les entregó la información.

 

También se fija en que no es el único caso que calienta el panorama político español, porque recuerda que estamos “en medio de tensiones crecientes entre el Gobierno y sectores de la judicatura española, a quienes Sánchez ha acusado de practicar lawfare en un intento por expulsar su coalición de izquierda del poder”. Y que el presidente se permitió, “de manera excepcional, expresar su opinión de que el fiscal general era inocente”.

 

 

The Independent, más centroliberal, remarca que Ayuso es una “destacada política conservadora y rival del Gobierno” y se fija también en la propia división del tribunal, “en una votación de 5-2”. Igualmente, usa la palabra “golpe” para Pedro Sánchez, “quien defendió a García Ortiz durante la larga investigación y juicio”.

 

 

Incluye la reacción del ministro de Justicia, Félix Bolaños, declarando que  “respeta la decisión, pero no la comparte” y enfatiza que esto es una meta volante, porque hay “varios (casos) que implican a personas cercanas a Sánchez” por resolver.

 

 

 

 

En la BBC, la cadena pública de Reino Unido, hablan de un “controvertido caso de filtraciones”, relacionado con “el novio de una política conservadora de alto rango”.

 

“El juicio de García Ortiz avivó las ya tensas relaciones entre el gobierno de izquierdas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la oposición de derechas”, explica.

 

Y destaca que, pese a que el Gobierno acata el fallo, “varios políticos de izquierda expresaron su indignación ante lo que consideraron una decisión con motivaciones políticas”.

 

 

 

 

Recuerda que el fiscal aún puede recurrir la sentencia y explica que “no existían pruebas directas que vincularan a García Ortiz con la filtración, y varios periodistas testificaron durante el juicio que él no había sido su fuente de información”.

 

“Respecto al comunicado de prensa, el fiscal general afirmó que simplemente estaba corrigiendo las informaciones erróneas”, expone.

 

 

En la prensa en francés, el belga Le Soir explica con dureza que el fiscal ha sido “multado e inhabilitado para el ejercicio de la abogacía por violar el secreto judicial”, por supuestamente revelar datos de la pareja “de una figura de la oposición de derecha en un caso de presunto fraude fiscal”.

 

 

Y el galo Le Figaro, uno de los más planos de la prensa europea, escribe que estamos ante un caso “sin precedentes en la historia” de España, que afecta “al más alto magistrado del país”, una apuesta de Sánchez.

 

 

Ambos medios, usando información de la agencia AFP, hablan, de nuevo, de “duro golpe”. Este medio dice que la condena “aumenta la presión” sobre Sánchez, especialmente por el cúmulo de “asuntos legales” que han causado “vergüenza al Gobierno”.

 

 

AFP enfatiza el conflicto entre el Gobierno y la oposición conservadora: recuerda que Ayuso y el Partido Popular acusaron al fiscal de filtrar información para dañarla políticamente, y menciona la cuantía que reclamó González Amador (300.000 euros y una pena de cuatro años de cárcel), lo que subraya la intensidad del caso.

 

 

 

 

En el otro país vecino, Portugal, Diário de Notícias (más de centro), informó del “controvertido” caso y destaca que “la sentencia no fue unánime”, así como que el fiscal general deberá “indemnizar con 10.000 euros a Alberto González Amador, compañero sentimental de Isabel Díaz Ayuso, presidenta del gobierno regional de Madrid del Partido Popular”.

 

 

Expone la “gran dimensión y polémica política” del conflicto, “por involucrar [a una] figura prominente de la oposición de derecha”, y que “también afectó al Gobierno socialista liderado por Pedro Sánchez”.

 

 

No obstante, deja claro a sus lectores las sombras del caso, porque “cientos de personas tuvieron acceso a las comunicaciones” de la investigación y los periodistas citados a la sala revelaron el contenido del correo “negaron durante el juicio que García Ortiz fuera su fuente de información”.

 

Si cruzamos el charco, a Estados Unidos, The Washington Post titula: “El fiscal general fue declarado culpable de filtrar información en un caso de fraude fiscal de la pareja de una rival política”.

 

De nuevo, se centra en el choque con el PP, en la causa de “filtrar información confidencial sobre la pareja sentimental de una destacada política conservadora y rival del Gobierno de Pedro Sánchez”.

 

Insiste en la idea de “duro golpe” al Ejecutivo, tras su defensa cerrada del fiscal, “durante la investigación y el juicio”.

 

“El Gobierno de España declaró que respeta la decisión, pero no la comparte”, añade. Y avisa de lo por venir: “es sólo uno de varios que han implicado a personas cercanas a Sánchez”.

La mayoría de la prensa de EEUU que se hace eco de esta información usa el material de la agencia Associated Press, que va en una línea similar: “El fiscal general de España, culpable de una filtración en un caso de fraude fiscal contra la pareja de una rival política”.

 

 

Según expone, el Tribunal Supremo “prohibió a García Ortiz ejercer su cargo durante dos años mediante una votación dividida de 5-2”. Eso sí, reseñaba que “la decisión representa un golpe para el primer ministro Pedro Sánchez (sic), quien defendió a García Ortiz durante el proceso”.

 

La referencia europea.

 

¿Y qué dicen los medios de referencia en la burbuja europea de Bruselas? En POLITICO, directamente, hablan de “Sánchez contra los jueces”. “El Tribunal Supremo español destituye al fiscal general, intensificando la disputa del presidente del Gobierno con el poder judicial”, indica.

 

 

Dice que el TS lleva la batalla “a un nivel completamente nuevo”. El Ejecutivo “recalcó el desacuerdo del ejecutivo con la condena y reafirmó su convicción en la inocencia de García Ortiz”.

 

“La sentencia amenaza con convertir esa disputa en una crisis constitucional, al parecer con el poder judicial apuntando a miembros del ejecutivo que dirige la cuarta economía más grande de Europa.

 

 

El enfrentamiento ha perjudicado a Sánchez, quien desde hace tiempo afirma ser víctima de una ” guerra jurídica “, acusando a jueces conservadores de perseguir casos infundados contra sus aliados y familiares”, ahonda

 

 

Euractiv subraya, por su parte, el carácter inédito del caso, al ser la primera vez que el Tribunal Supremo español procesa y condena a un fiscal general en ejercicio.

 

 

Destaca la condena a Ortiz por filtrar “información confidencial” relacionada con una investigación por presunto fraude fiscal de González Amador, “pareja de Isabel Díaz Ayuso, una figura clave del Partido Popular”.

 

 

El artículo enfatiza el gran impacto mediático del juicio, que incluyó a más de 40 testigos y la intervención de siete magistrados del Supremo, que ha marcado la agenda política nacional en los últimos días, antes de su rápido fallo.

 

La condena, abunda, llega en un momento especialmente delicado para Sánchez, con casos de corrupción que salpican al PSOE y a la propia familia del presidente, mencionando que tanto su esposa como su hermano afrontan procesos judiciales.

 

 

El medio interpreta la sentencia como “un serio golpe” a un gobierno ya debilitado, recogiendo también la reacción del Ejecutivo, que afirma “respetar la decisión, pero no compartirla”. Por último, recoge las reiteradas acusaciones del Gobierno sobre un supuesto “sesgo político” en sectores judiciales.

 

En el Financial Times, titulan: “El fiscal general de España se ve obligado a dimitir tras ser declarado culpable de filtrar información a la prensa”.

 

“El Tribunal Supremo condena a Álvaro García Ortiz por divulgar información confidencial sobre el novio de una de las principales rivales del presidente del Gobierno”, dice el subtítulo, en referencia a Ayuso.

 

 

“La decisión judicial agrava la gravedad de los casos de corrupción que rodean al círculo cercano de Sánchez.

 

 

Tanto su esposa como su hermano se enfrentan a acusaciones de corrupción en causas separadas, al igual que dos de sus antiguos colaboradores más cercanos. Todos niegan haber cometido delito alguno”, destaca.

 

 

 

 

“Varios periodistas que testificaron en el juicio declararon que García Ortiz no era su fuente, pero se negaron a revelar quién lo era”, añade la información, que también destaca el hecho de que la sentencia se haya conocido en pleno 20-N, cuando se cumplían 50 años de la muerte de Francisco Franco, el dictador.

 

 

Finalmente, Euronews también remarca el carácter histórico del juicio y la falta de unanimidad, “con una votación dividida de 5-2 entre los magistrados”.

 

Pone énfasis en la dimensión institucional y administrativa de lo conocido ayer, tras dos años del fiscal en el caso, .

 

 

Explica la suspensión de García Ortiz por dos años, las sanciones económicas y la intención del Gobierno de iniciar “inmediatamente” el proceso para nombrar a un sustituto.

 

 

Además, resalta que la decisión supone -venga, sorpresa- “un golpe” para Sánchez, quien había defendido públicamente al fiscal durante toda la investigación.