Jordi Évole lo deja claro: esto es lo que piensa del discurso de El Gran Wyoming en los Premios Ondas.

 

 

 

El presentador de ‘El Intermedio’ pronunció un contundente discurso en los Premios Ondas, celebrados este miércoles en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

 

 

 

 

 

 

El Gran Teatre del Liceu de Barcelona acogió este miércoles 26 de noviembre la gala de entrega de los Premios Ondas.

 

 

Uno de los protagonistas del evento fue El Gran Wyoming, presentador de ‘El Intermedio’, que obtenía el Premio Ondas a Mejor Comunicador y pronunciaba un discurso que dejaba a todos boquiabiertos.

 

 

 

Un discurso que ha sido alabado por mucha gente, entre ellos Jordi Évole. El periodista y también presentador de laSexta ha tenido una escueta, pero contundente, reacción a las palabras de su compañero de profesión en su perfil de X, antiguo Twitter: “Grandísimo Wyoming”, ha escrito.

 

 

 

 

 

El humorista y presentador José Miguel Monzón, conocido como El Gran Wyoming.

 

 

El discurso de El Gran Wyoming.

 

 

 

“Yo tengo el pelo blanco, pero no miento. Quiero agradecer a las personas que hacen posible el programa, el equipo.

 

 

Les quiero agradecer especialmente que no hemos emitido una sola mentira y jamás se lo hemos consentido a ningún invitado en los 20 años que llevamos en antena”, empezaba diciendo el presentador de Atresmedia.

 

 

 

 

 

Y continuaba: “Yo no soy periodista, pero quiero pedir un favor a todos los que están aquí, que son la flor y nata de la profesión. Llevo más de 40 años en la televisión y nunca he visto el sistema democrático tan amenazado.

 

 

Y los grandes responsables de esto son personas, responsables de medios, que bajo el disfraz hipócrita de la libertad de expresión, ceden espacio, con todo el cinismo del mundo, a intoxicadores que ocupan el terreno de la información para soltar falsedades, insidias, mentiras”.

 

 

 

 

 

El Gran Wyoming, durante su discurso tras recoger el Ondas.

 

 

 

“Cuando se les cuestiona, dicen ‘a mí nadie me da clases de periodismo’. Es que no son clases de periodismo, son clases de decencia elemental. 

 

 

Quiero acordarme de los profesionales de la información que están siendo señalados, desde la impunidad de los cargos públicos, por el delito de desenmascarar mentiras”, continuaba.

 

 

 

 

 

El humorista y presentador José Miguel Monzón, conocido como El Gran Wyoming.

 

 

 

“Para remate, quiero acordarme también de lo que hemos escuchado recientemente en la Sala Segunda del Tribunal Supremo, donde se ha ratificado y legalizado la mentira como un arma estratégica.

 

 

Hemos escuchado decir ‘yo no soy notario, yo soy periodista’. Con lo cual, tiene bula para mentir. Un periodista deja de serlo cuando miente. Ese no es el cometido”, añadía El Gran Wyoming.

 

 

 

Un extenso discurso que acababa: “Es más, quiero ir más allá. Sí, un periodista es un notario.

 

 

Y quiero que sea también garante de la verdad. Porque, como ciudadano, exijo una vez más el derecho constitucional a la información veraz. 

 

 

Y concluyo con un ruego: exigíos, luchad contra los enemigos de la libertad.

 

 

Estuvieron, están y estarán ahí. Y solo les cabe una duda, que nos la exponen con la chulería de los señoritos de los santos inocentes: si entrarán con lanzallamas o con motosierras”.

 

 

La reacción de Jordi Évole: dos palabras, todo un mensaje.

 

 

Entre los miles de mensajes que circularon en redes tras el discurso, el de Jordi Évole destaca por su sencillez y fuerza.

 

 

El periodista y presentador de laSexta, conocido por su compromiso con el periodismo de investigación y la denuncia social, resumió su valoración en dos palabras: “Grandísimo Wyoming”.

 

 

Su reacción, que acumula miles de me gusta y compartidos, refleja el sentir de muchos profesionales y ciudadanos que ven en el discurso de Wyoming una defensa imprescindible de la ética y la verdad en tiempos de incertidumbre.

 

 

Évole, que ha compartido plató y debates con Wyoming en numerosas ocasiones, no solo respalda el contenido del discurso, sino que reconoce el valor de pronunciarlo en un foro tan relevante y ante la mirada de toda la profesión.

 

 

El discurso de El Gran Wyoming y la reacción de Évole han puesto sobre la mesa un debate fundamental: el papel del periodismo en la defensa de la democracia y la lucha contra la desinformación.

 

 

En un contexto de polarización política, proliferación de bulos y manipulación mediática, la reivindicación de la información veraz y la ética profesional se convierte en un imperativo.

 

 

Los ataques a periodistas, la presión de los poderes públicos y la normalización de la mentira como herramienta política son desafíos que amenazan la calidad democrática y la confianza en las instituciones.

 

 

Wyoming y Évole, con sus intervenciones, recuerdan que el periodismo no puede renunciar a su función de control y denuncia, y que la defensa de la libertad de información es una tarea colectiva.

 

El discurso de Wyoming ha sido ampliamente compartido y comentado por profesionales de la información, colectivos ciudadanos y usuarios de redes sociales.

 

 

La ovación en el Liceu y la viralización en X demuestran el impacto que puede tener una defensa clara y valiente de los valores fundamentales del periodismo.

 

 

 

La reacción de Évole es, en cierto modo, representativa de la necesidad de reconocimiento y apoyo entre periodistas en momentos de dificultad.

 

 

La solidaridad profesional es clave para resistir la presión y mantener la independencia frente a los intentos de manipulación.

 

La gala de los Premios Ondas ha servido para recordar que el periodismo es mucho más que una profesión: es un servicio público, un garante de la libertad y una herramienta esencial para la democracia. El discurso de El Gran Wyoming, respaldado por Jordi Évole y muchos otros, es un alegato en favor de la verdad, la ética y la resistencia frente a los enemigos de la libertad.

En tiempos de incertidumbre y polarización, el periodismo honesto y valiente es más necesario que nunca. La información veraz y la defensa de la transparencia son los pilares sobre los que se sostiene la democracia, y la tarea de los periodistas es luchar cada día para que esos valores no se pierdan.

Porque, como recordó Wyoming, los enemigos de la libertad “estuvieron, están y estarán ahí”. La respuesta es clara: exigirse, resistir y defender la verdad. Y, como resumió Évole, reconocer a quienes lo hacen con un “Grandísimo Wyoming”.