Juan del Val confirma cuál es la ideología política de Pablo Motos y sorprende: “Yo me quedé flipando”.

 

 

 

 

Juan del Val, que forma parte de la tertulia de ‘El Hormiguero’, ha hablado como nunca antes sobre la ideología de Pablo Motos.

 

 

 

 

 

 

Juan del Val se ha convertido, en los últimos meses, en uno de los nombres más sonados y polémicos del panorama literario y mediático español.

 

 

Su novela ‘Vera, una historia de amor’, le valió el Premio Planeta, pero también una oleada de críticas demoledoras que cuestionaron desde la calidad de la obra hasta la legitimidad de su galardón.

 

 

Sin embargo, lejos de dejarse arrastrar por la controversia, el escritor ha mantenido su ritmo profesional y su presencia habitual en la televisión, especialmente en dos formatos de éxito: ‘El Hormiguero’ y ‘La Roca’.

 

 

En el programa de Pablo Motos, Juan del Val comparte mesa de actualidad con su mujer, Nuria Roca, y con Cristina Pardo y Tamara Falcó.

 

 

Sus intervenciones no pasan desapercibidas. Del Val tiene un estilo directo, irónico y sin filtros, capaz de incomodar tanto a los políticos como a los propios espectadores.

 

 

Sus críticas al Gobierno de Pedro Sánchez son habituales, pero tampoco Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se libra de sus dardos. Para él, el poder, sea del color que sea, debe ser vigilado y cuestionado.

 

 

 

Hace pocos días, Juan del Val concedió una entrevista en el programa ‘Transmite la SER’ de la Cadena Ser, conducido por el humorista Juan Carlos Ortega.

 

 

Allí, el escritor se enfrentó a una de las etiquetas que más le incomodan: la de “alguien de derechas” por criticar al Gobierno socialista.

 

 

“Si me sigues más o menos, ves que voy hacia cualquier sitio que tenga que ver con criticar el poder”, explicó, dejando claro que su posicionamiento no responde a una ideología concreta, sino a una actitud ante la vida y la política.

 

 

 

Del Val se define como una persona de izquierdas, pero matiza que ser de izquierdas no es simplemente declararlo, sino demostrarlo con hechos y comportamientos.

 

 

“A mí me parece que tiene algo que ver con ser crítico con el poder, ser incómodo y molestar a la gente que manda.

 

 

Eso está totalmente reñido con los seguidores de Sánchez”, afirma sin tapujos. Para él, la verdadera izquierda es incómoda, irreverente y nunca complaciente con quienes ostentan el poder, aunque ese poder lo ejerza su propio partido.

 

 

 

Durante la entrevista, Ortega le preguntó por la ideología de Pablo Motos, presentador de ‘El Hormiguero’, cuya postura política ha sido objeto de especulación en numerosas ocasiones.

 

 

Muchos asumen que Motos es de derechas, influenciados por sus comentarios y el tono de algunas entrevistas en el programa.

 

 

Sin embargo, Juan del Val desmiente ese cliché y revela un dato sorprendente: “Pablo Motos es una persona que siempre ha votado a la izquierda.

 

 

La gente flipa con esto”, contó Ortega, corroborado por el propio Del Val.

 

 

El escritor añade que Motos, durante su etapa en la Cadena Ser, era visto como el “niño mimado” de una corriente ideológica progresista.

 

 

Sin embargo, insiste en que ser de izquierdas no es necesariamente mejor que ser de derechas.

 

 

“Hay personas que son progresistas”, asegura, antes de añadir que ha “conocido pocas personas menos conservadoras que yo”.

 

 

Para Del Val, el verdadero progresismo no reside en las etiquetas, sino en la apertura de mente, la capacidad de cuestionar lo establecido y la voluntad de transformar la sociedad.

 

 

“Yo no soy nada conservador en nada en la vida. Esto sí que tiene que ver con la ideología”, afirma Juan del Val, quien insiste en que “por eso, me considero de izquierdas, como yo creo que lo es Pablo”.

 

 

Sin embargo, critica a quienes confunden la ideología con el seguidismo acrítico hacia un partido político.

 

 

“Otra cosa es cuando alguien identifica ser de izquierdas con votar y apoyar de manera ciega a un partido que dice que es de izquierdas haga lo que haga. A mí esto me parece muy pobre intelectualmente”, sentencia.

 

 

 

Esta reflexión pone sobre la mesa uno de los grandes debates del momento: ¿qué significa realmente ser de izquierdas hoy en España? ¿Es suficiente con votar a partidos progresistas o es necesario adoptar una actitud crítica y activa ante el poder? Juan del Val defiende que la izquierda debe ser incómoda, rebelde y capaz de enfrentarse a sus propios líderes cuando estos se alejan de los principios que dicen defender.

 

 

 

El escritor también se muestra escéptico ante la polarización política y el enfrentamiento constante entre bloques ideológicos.

 

 

Para él, la verdadera riqueza intelectual reside en la capacidad de cuestionar todo, incluso aquello que parece incuestionable.

 

 

En sus apariciones televisivas, Del Val no duda en criticar tanto a la derecha como a la izquierda, y eso le ha valido el respeto de muchos espectadores, pero también el rechazo de quienes prefieren la lealtad incondicional a sus siglas.

 

 

El caso de Juan del Val y Pablo Motos es paradigmático de una generación de comunicadores y creadores que rehúyen las etiquetas y apuestan por la libertad de pensamiento.

 

 

Ambos han sido objeto de críticas y rumores sobre su supuesta orientación política, pero han demostrado que la ideología es algo más complejo que una simple declaración de intenciones. La pluralidad de opiniones y la capacidad de autocrítica son, para ellos, valores fundamentales.

 

 

 

En el entorno mediático actual, donde la polarización y el sectarismo parecen imponerse, voces como la de Juan del Val resultan especialmente valiosas.

 

 

Su defensa de la crítica al poder, venga de donde venga, y su rechazo al conformismo intelectual, invitan a una reflexión profunda sobre el papel de los medios y los creadores en la sociedad española.

 

 

La izquierda, sostiene Del Val, no puede convertirse en una nueva ortodoxia, incapaz de cuestionarse a sí misma y de evolucionar.

 

 

El éxito de ‘Vera, una historia de amor’, y la polémica que rodeó su Premio Planeta, han convertido a Juan del Val en un referente de la literatura y la opinión pública.

 

 

Su capacidad para generar debate y su valentía para enfrentarse a los tópicos le han dado una relevancia que trasciende el ámbito literario.

 

 

En televisión, sus intervenciones son esperadas y comentadas, y su presencia en programas como ‘El Hormiguero’ y ‘La Roca’ ha consolidado su imagen de intelectual incómodo y provocador.

 

 

Por otro lado, la revelación sobre la ideología de Pablo Motos desmonta muchos prejuicios y pone en evidencia la tendencia a simplificar y etiquetar a los personajes públicos.

 

 

En un país donde la política se vive con pasión y a menudo con excesiva visceralidad, conocer la verdadera postura de quienes influyen en la opinión pública es fundamental para entender el clima social y el debate democrático.

 

 

Juan del Val reivindica una izquierda crítica, plural y capaz de dialogar con todas las sensibilidades.

 

 

Su rechazo al seguidismo ciego y su apuesta por la reflexión y el inconformismo son una llamada de atención para quienes creen que la política solo consiste en elegir bando y defenderlo a toda costa. Para él, ser de izquierdas es una actitud vital, una forma de estar en el mundo y de relacionarse con la realidad.

 

 

 

En definitiva, la figura de Juan del Val y su visión de la izquierda representan una corriente de pensamiento que apuesta por la libertad, la diversidad y el cuestionamiento constante.

 

 

Su influencia en los medios y la literatura es un reflejo de la necesidad de abrir espacios de debate y de romper con los dogmas que lastran el progreso social.

 

 

En tiempos de polarización y enfrentamiento, voces como la suya son más necesarias que nunca para construir una sociedad más justa, plural y democrática.

 

 

La polémica en torno a su Premio Planeta, sus intervenciones televisivas y sus declaraciones sobre la ideología de Pablo Motos han convertido a Juan del Val en un símbolo de la nueva intelectualidad española, capaz de desafiar las convenciones y de abrir caminos para el diálogo y la reflexión.

 

 

Su mensaje es claro: la verdadera izquierda no es la que sigue ciegamente a un líder o a un partido, sino la que se atreve a cuestionar, a incomodar y a transformar la realidad desde la honestidad y el compromiso con la libertad.