Mazón la lía al despedirse con un vídeo utilizando esta canción de Rosalía: se da cuenta de la letra y la tiene que borrar.

 

 

 

La ha sustituido por otra del nuevo disco de la cantante catalana.

 

 

 

 

 

La música y la política se cruzan a menudo en las redes sociales, pero pocas veces lo hacen con tanta repercusión como en el caso de Carlos Mazón, aún presidente en funciones de la Comunidad Valenciana.

 

 

El dirigente popular, que este miércoles presidió su último pleno del Consell como jefe del Ejecutivo autonómico, quiso despedirse de su cargo compartiendo un vídeo recopilatorio de su jornada en Instagram.

 

 

Sin embargo, la elección de la banda sonora —un fragmento de ‘La Perla’, del nuevo álbum de Rosalía— desencadenó una pequeña crisis viral que obligó a Mazón a borrar el contenido y sustituirlo por otra canción de la artista catalana.

 

 

La intención inicial de Mazón era sencilla: cerrar su etapa como presidente con un resumen visual de su último día en el cargo, acompañado por una canción que está marcando tendencia en la escena musical española.

 

 

Pero la letra de ‘La Perla’, incluida en el disco ‘Lux’ de Rosalía, no pasó desapercibida para los usuarios de Instagram y los medios digitales.

 

 

El fragmento elegido, que dice: “Decepción local, rompecorazones nacional, un terrorista emocional, el mayor desastre mundial.

 

 

Es una perla, nadie se fía, es una perla, una de mucho ‘cuidao’. El rey de la 13-14, no sabe lo que es cotizar, él es el centro del mundo y ya después, ¿lo demás qué más dará?”, generó multitud de comentarios y especulaciones.

 

 

La canción, que en su momento fue interpretada por parte del público como una posible referencia a la expareja de Rosalía, Rauw Alejandro, contiene versos que pueden resultar incómodos si se asocian a un político en funciones.

 

 

La viralización fue inmediata y Mazón, al percatarse de la interpretación que se estaba haciendo de su publicación, optó por eliminar el vídeo y sustituir la canción por otra del mismo disco, ‘Divinice’.

 

 

En su segundo intento, Mazón mantuvo la referencia a Rosalía pero eligió un fragmento mucho más neutro y reflexivo de ‘Divinice’: “A través de mi cuerpo, puedes ver la luz, si me lastimas, me tragaré todo mi orgullo, sé que fui hecha para divinizar, fuera de mí, dentro de mí, fuera de mí, dentro de mí”.

 

 

La letra, que incluso incorpora versos en catalán —“siempre tiene hambre de ti, eres el rey que la manda, se siente más amada en el vértigo del cuerpo, una ausencia que sacia, persiguiendo la gracia”—, resulta menos susceptible de interpretaciones políticas o personales.

 

 

 

El gesto de Mazón evidencia la sensibilidad que rodea el uso de la música en la comunicación institucional y personal de los líderes políticos.

 

 

En la era de las redes sociales, donde cada detalle es analizado al milímetro y puede convertirse en viral en cuestión de minutos, la elección de una canción puede tener más peso del que parece.

 

 

El incidente ha servido para poner de relieve el impacto de Rosalía en la cultura popular y su capacidad para trascender el ámbito musical.

 

 

La artista catalana, que con ‘Lux’ ha vuelto a revolucionar la escena, se ha convertido en un referente cuya obra es interpretada y recontextualizada constantemente, tanto en el plano sentimental como en el político.

 

 

 

La letra de ‘La Perla’ ha sido objeto de debate desde su lanzamiento, con rumores sobre su posible destinatario y análisis sobre el significado de sus versos.

 

 

El hecho de que Mazón la eligiera para acompañar su despedida institucional ha añadido una nueva capa de interpretación, generando titulares y comentarios en las redes sobre el posible paralelismo entre la letra y la situación del político valenciano.

 

 

La publicación y posterior eliminación del vídeo por parte de Mazón se produce en un momento delicado, marcado por el fin de su mandato y la incertidumbre sobre el futuro político en la Comunidad Valenciana.

 

 

El dirigente popular ha optado por una comunicación cercana y espontánea en sus redes sociales, pero el episodio demuestra que la gestión de la imagen pública requiere cada vez más atención al detalle y sensibilidad ante las posibles lecturas que se puedan hacer de cada gesto.

 

 

La rapidez con la que Mazón reaccionó, borrando el vídeo y cambiando la canción, muestra la importancia de controlar el relato y evitar que una simple story se convierta en un problema de reputación.

 

 

En el actual clima de polarización y vigilancia mediática, cualquier descuido puede ser utilizado por adversarios políticos o convertirse en tendencia viral.

 

 

El uso de canciones en los mensajes institucionales y personales de los políticos no es nuevo, pero la era digital ha multiplicado su alcance y su capacidad de generar debate.

 

 

La música, con su carga simbólica y emocional, puede reforzar un mensaje, transmitir estados de ánimo o conectar con diferentes públicos, pero también puede provocar interpretaciones inesperadas.

 

 

El caso de Mazón y Rosalía es un ejemplo de cómo la cultura popular se cruza con la política y de cómo los líderes deben ser conscientes del poder de las referencias musicales.

 

 

La elección de una canción puede ser vista como una declaración de intenciones, un guiño generacional o una simple coincidencia, pero en cualquier caso está sometida al escrutinio público.

 

 

La story de Mazón fue rápidamente comentada y compartida en redes sociales, donde los usuarios analizaron la letra de ‘La Perla’ y especularon sobre el motivo de su elección.

 

 

Algunos interpretaron la publicación como una autocrítica o una referencia velada a la situación política, mientras que otros la vieron como un simple error de cálculo.

 

 

La prensa digital se hizo eco del incidente, subrayando la rapidez con la que Mazón borró el contenido y la polémica generada por la letra de Rosalía.

 

 

El episodio ha servido para abrir el debate sobre la relación entre cultura y política y sobre la importancia de la gestión de la imagen pública en tiempos de hiperconectividad.

 

 

El uso de la música de Rosalía por parte de Mazón no es casual. La cantante catalana se ha convertido en un símbolo de modernidad, diversidad y poder femenino, y su obra es utilizada por diferentes sectores para construir relatos y conectar con públicos jóvenes y urbanos.

 

 

La elección de ‘La Perla’ y, posteriormente, de ‘Divinice’, refleja el intento de Mazón de asociar su despedida a valores de autenticidad y sensibilidad artística.

 

 

Sin embargo, el incidente demuestra que la música puede ser un arma de doble filo, capaz de reforzar o debilitar el mensaje según el contexto y la interpretación que se haga de la letra.

 

 

La gestión de las referencias culturales es hoy una parte esencial de la comunicación política, y los líderes deben ser conscientes de los riesgos y oportunidades que implica.

 

 

 

 

Así es la letra de ‘Divinice’.

 

 

En esta ocasión el fragmento que ha puesto el político del PP es el siguiente: “A través de mi cuerpo, puedes ver la luz, si me lastimas, me tragaré todo mi orgullo, sé que fui hecha para divinizar, fuera de mí, dentro de mí, fuera de mí, dentro de mí”.

 

 

Además, ahí la letra sigue en catalán diciendo “siempre tiene hambre de ti, eres el rey que la manda, se siente más amada en el vértigo del cuerpo, una ausencia que sacia, persiguiendo la gracia”.

 

 

Reflexión final: imagen, música y política en la era digital.

 

 

El lío de Carlos Mazón con la canción de Rosalía es mucho más que una anécdota viral. Es el reflejo de cómo la política y la cultura popular se entrelazan en la era de las redes sociales, y de cómo la gestión de la imagen pública requiere atención constante y sensibilidad ante las interpretaciones posibles.

 

 

La música, como herramienta de comunicación, puede ser aliada o enemiga, y su uso debe ser siempre consciente y estratégico.

 

 

La reacción de Mazón, borrando la story y cambiando la canción, es un ejemplo de la rapidez con la que los políticos deben actuar para evitar crisis de reputación y controlar el relato.

 

 

En un momento de transición política y de alta exposición mediática, cada gesto cuenta y puede convertirse en noticia.

 

 

Rosalía, por su parte, sigue demostrando que su música es mucho más que entretenimiento: es un fenómeno cultural y social capaz de influir en todos los ámbitos, incluido el político.

 

 

Su presencia en la despedida de Mazón es una muestra de la fuerza de la cultura popular y de su capacidad para generar debate y reflexión.