Évole solo utiliza dos palabras en mayúsculas para describir el potente discurso de Wyoming.

El presentador de El Intermedio recibió el Premio Ondas a Mejor Comunicador.
La entrega de los Premios Ondas 2024 ha dejado momentos para la historia reciente del periodismo español, pero pocos tan potentes como el discurso de José Miguel Monzón, conocido como El Gran Wyoming, tras recibir el galardón a Mejor Comunicador.
En un contexto de polarización mediática y crisis de credibilidad, Wyoming aprovechó el escenario para lanzar un alegato en defensa del periodismo honesto, la información veraz y la lucha contra la mentira institucionalizada.
Su intervención ha resonado con fuerza en redes sociales y ha provocado reacciones entre profesionales y ciudadanos, destacando la de Jordi Évole, quien solo necesitó dos palabras en mayúsculas para describir el impacto del discurso: “GRANDÍSIMO WYOMING”.
Wyoming, tras más de 40 años en televisión, no dudó en señalar la amenaza que se cierne sobre el sistema democrático español, una amenaza que, según él, proviene de la intoxicación informativa y la manipulación de los medios.
“Nunca como ahora he visto el sistema democrático tan amenazado”, afirmó con rotundidad, apuntando directamente a quienes, bajo el disfraz hipócrita de la pluralidad y la libertad de expresión, ceden espacio a intoxicadores que utilizan el terreno mediático para difundir falsedades y mentiras.
El presentador de El Intermedio fue más allá al denunciar que algunos responsables de medios se escudan en la pluralidad para legitimar la desinformación.
“Ellos sueltan que nadie le da clases de periodismo, pero es que son clases de decencia elemental”, añadió, reivindicando la ética como pilar fundamental del oficio.
Wyoming mandó un mensaje de apoyo a “los profesionales de la información que están siendo señalados desde la impunidad de los cargos públicos por el delito de desenmascarar mentiras”, en clara referencia a la presión que sufren muchos periodistas por parte de poderes políticos y económicos.
Uno de los momentos más contundentes del discurso fue cuando Wyoming evocó la reciente condena al ex Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, por parte del Tribunal Supremo, y criticó la normalización de la mentira como herramienta estratégica en el ámbito público.
“Hemos escuchado decir ‘no, yo no soy notario, yo soy periodista… con lo cual tiene bula para mentir’.
No, un periodista deja de serlo cuando miente. Ese no es el cometido y voy un poco más y sí, un periodista es un notario porque quiero que sea también garante de la verdad”, subrayó.
Wyoming exigió, como ciudadano, el derecho constitucional a la información veraz, recordando que la función del periodista no es solo informar, sino garantizar que la información que llega a la sociedad es rigurosa, contrastada y honesta.
Esta reivindicación, en un momento en que la desinformación se ha convertido en una de las principales amenazas para la democracia, conecta con un sentir cada vez más extendido entre la ciudadanía: la necesidad de recuperar la confianza en los medios y de proteger el derecho a saber frente a la manipulación.
El discurso de Wyoming no eludió la dimensión política y social del problema.
“Luchar contra los enemigos de la libertad porque estuvieron, están y estarán ahí”, advirtió, señalando que la defensa de la información veraz y la ética periodística es una batalla permanente.
El presentador ironizó sobre la actitud de quienes atacan la libertad de prensa, diciendo que “solo les cabe una duda que la exponen con la chulería, que es si entrarán con lanzallamas o motosierras”, un guiño a la agresividad con la que algunos sectores intentan acallar voces críticas.
La intervención de Wyoming fue recibida con una ovación por parte de los asistentes y rápidamente se viralizó en redes sociales, donde miles de usuarios compartieron fragmentos del discurso y expresaron su apoyo al comunicador.
Entre las muchas reacciones que generó el discurso, la de Jordi Évole destaca por su sencillez y contundencia.
El periodista y presentador de “Lo de Évole” publicó en su perfil de X (antes Twitter) un escueto pero significativo “GRANDÍSIMO WYOMING”, que en pocas horas acumuló miles de me gusta y compartidos.
El gesto de Évole refleja no solo la admiración profesional, sino también la sintonía en la defensa de los valores periodísticos y el compromiso con la verdad.
La viralidad del mensaje de Évole es indicativa del clima de apoyo y reconocimiento que existe entre los profesionales de la información cuando uno de los suyos alza la voz contra la mentira y la manipulación.
En un momento en que el periodismo sufre ataques desde múltiples frentes, la solidaridad y el respaldo público se convierten en herramientas esenciales para resistir la presión y mantener la independencia.
El discurso de Wyoming y la reacción de Évole se inscriben en un contexto de profunda crisis de confianza en los medios de comunicación.
La proliferación de bulos, la manipulación informativa y la polarización política han erosionado la credibilidad de los periodistas y han generado una brecha entre los medios y la sociedad.
Cada vez son más frecuentes los ataques a profesionales que denuncian mentiras o que se enfrentan a los discursos oficiales, y la presión para que se ajusten a determinadas líneas editoriales es cada vez más intensa.
La mención de Wyoming a los “intoxicadores” que ocupan el espacio informativo es una denuncia de la tendencia creciente a dar voz a quienes difunden falsedades, amparados en la pluralidad y la libertad de expresión.
El reto, según el comunicador, es recuperar el sentido de la ética y la responsabilidad, y recordar que la libertad de expresión no puede ser excusa para la mentira.
La defensa del periodismo honesto no es solo una cuestión profesional, sino un pilar fundamental de la democracia.
La información veraz permite a los ciudadanos tomar decisiones informadas, participar en el debate público y exigir responsabilidades a los poderes públicos.
Cuando la mentira se convierte en norma y la desinformación en estrategia, la democracia se debilita y la sociedad pierde uno de sus principales instrumentos de control y vigilancia.
Wyoming, en su discurso, recordó que el periodismo debe ser “notario” de la verdad y que el derecho a la información veraz está recogido en la Constitución.
Esta reivindicación conecta con los valores fundacionales del oficio y con la necesidad de proteger la independencia de los medios frente a las presiones externas.
La referencia de Wyoming al apoyo a los periodistas que son señalados por cargos públicos por “desenmascarar mentiras” es especialmente relevante en un momento en que la impunidad y la presión política amenazan la libertad de prensa.
La denuncia de la manipulación informativa y la defensa de la ética profesional son, hoy más que nunca, actos de valentía y responsabilidad.
La reacción de Évole y de otros profesionales demuestra que el periodismo sigue siendo un espacio de resistencia y de compromiso con la verdad.
La solidaridad entre periodistas es clave para enfrentar los intentos de acallar voces críticas y para proteger el derecho de la sociedad a estar informada.
La viralidad del discurso de Wyoming y el mensaje de Évole reflejan el impacto que tiene la defensa de los valores periodísticos en la sociedad. Miles de usuarios han compartido fragmentos de la intervención, han expresado su apoyo y han reivindicado la importancia de la información veraz frente a la manipulación.
El debate sobre el papel de los medios y la necesidad de recuperar la confianza es cada vez más intenso, y la demanda de transparencia y honestidad se ha convertido en un clamor ciudadano.
La repercusión del discurso en redes sociales es un síntoma de la preocupación creciente por la calidad informativa y por el futuro del periodismo en España.
La defensa de la verdad, la ética y la independencia es vista como una condición indispensable para la salud democrática y para la convivencia social.
La reacción de Évole.
El discurso de Wyoming ha tenido una gran repercusión en todas las redes sociales sumando miles de reproducciones y siendo compartido tanto por profesionales de la información como por personas anónimas.
Uno de los que lo ha publicado ha sido precisamente Jordi Évole, que lo ha querido difundir desde su perfil de X.
El comunicador y presentador de Lo de Évole ha afirmado un escueto pero contundente “grandísimo Wyoming” en mayúsculas. Su mensaje ya tiene más de 5.000 me gusta y un millar de compartidos.
Reflexión final: la lucha por la verdad y la dignidad del periodismo.
El discurso de El Gran Wyoming en los Premios Ondas y la reacción de Jordi Évole son mucho más que un intercambio de reconocimientos. Son la expresión de un compromiso compartido con la verdad, la ética y la dignidad del periodismo.
En un momento en que la mentira amenaza con convertirse en norma y la desinformación en estrategia política, la defensa de la información veraz y la denuncia de la manipulación son actos de resistencia y de responsabilidad.
El periodismo honesto, como recordó Wyoming, es garante de la democracia y defensor de la libertad.
La solidaridad entre profesionales, la exigencia de transparencia y el compromiso con la verdad son las armas con las que la profesión puede enfrentar los enemigos de la libertad y proteger el derecho de la sociedad a estar informada.
El mensaje de Évole, “GRANDÍSIMO WYOMING”, resume en dos palabras el sentir de una profesión y de una sociedad que no está dispuesta a renunciar a la verdad, a la ética y a la libertad.
Porque, como recordó Wyoming, la lucha por la verdad es permanente y los enemigos de la libertad siempre estarán ahí. La respuesta, hoy más que nunca, es el periodismo honesto y la información veraz.
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