Vicente Vallés no puede ser más tajante con este mensaje a Ayuso por lo ocurrido en el Hospital de Torrejón de Ardoz.

 

 

 

“Ayuso, que habitualmente hace declaraciones MUY intensas…”.

 

 

 

 

 

 

 

La sanidad madrileña atraviesa uno de sus momentos más convulsos en años tras la publicación de unos audios que han destapado la lógica empresarial y el afán de lucro detrás de la gestión privada del Hospital de Torrejón de Ardoz.

 

 

La polémica ha salpicado de lleno a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y ha puesto en el centro del debate la relación entre salud pública, intereses económicos y responsabilidad política.

 

 

 

El periodista Vicente Vallés, presentador de Antena 3 Noticias y premiado por su rigor y capacidad crítica, ha sido uno de los comunicadores que con mayor contundencia ha señalado la actitud de Ayuso ante el escándalo.

 

 

 

“Ayuso, que habitualmente hace declaraciones MUY intensas sobre cualquier cosa, no ha dicho hoy ni UNA sola palabra sobre el Hospital de Torrejón”, sentenció Vallés en directo, marcando el tono de una semana en la que el silencio de la presidenta ha sido tan comentado como el contenido de los audios publicados por El País.

 

 

 

Los audios que lo cambiaron todo: “No bajéis la lista de espera”.

 

 

 

La polémica estalló cuando El País publicó una serie de audios del CEO de Ribera Salud, Pablo Gallart, en los que se escuchaba cómo, en una reunión privada con otros directivos, instaba a no reducir la lista de espera en el hospital para maximizar los beneficios económicos.

 

 

“En Torrejón en el año 22 y 23 decidimos como organización hacer un esfuerzo para bajar la lista de espera.

 

 

Lo único que pido es que desandemos el camino”, afirmaba Gallart. Y añadía, en una frase que ha indignado a sanitarios y pacientes: “La elasticidad de la cuenta de resultados a la lista de espera es directa”.

 

 

 

El directivo no se escondía: su objetivo era alcanzar un EBITDA de cuatro o cinco millones de euros, dejando claro que la prioridad de la empresa gestora era el beneficio económico, incluso si ello suponía alargar la espera de los pacientes para recibir atención médica.

 

 

El silencio de Ayuso y el papel de Feijóo.

 

 

La reacción política no se hizo esperar. El Ministerio de Sanidad anunció una investigación oficial sobre lo ocurrido, sumándose a la petición de auditoría por parte del propio gobierno regional.

 

 

Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la actitud de Ayuso, normalmente conocida por su estilo directo y por no rehuir la polémica.

 

 

En esta ocasión, la presidenta de Madrid optó por el silencio, esquivando preguntas de los periodistas durante dos días consecutivos.

 

 

Vicente Vallés, siempre atento al pulso político, subrayó la anomalía: “El presidente del PP (Alberto Núñez Feijóo), preguntado por este asunto, ha tratado de mostrarse tajante y es significativo que haya sido así”.

 

 

 

Para Vallés, la responsabilidad de “mostrarse tajante” debería recaer en la máxima responsable, la presidenta de la Comunidad de Madrid, y no en el líder nacional del partido.

 

 

“En ausencia de Ayuso, Feijóo ha marcado el camino a seguir, parecido a una orden”, concluyó el periodista, dejando claro que la gestión de la crisis está siendo dirigida desde Génova y no desde Sol.

 

La publicación de los audios y la posterior investigación han provocado una oleada de indignación entre profesionales sanitarios, sindicatos, partidos de la oposición y asociaciones de pacientes.

 

 

El modelo de gestión privada, que en teoría busca la eficiencia y la optimización de recursos, ha quedado en entredicho al evidenciarse que los intereses económicos pueden anteponerse al bienestar de los ciudadanos.

 

 

El silencio de Ayuso ha sido interpretado por muchos como una estrategia para evitar el desgaste político y ganar tiempo mientras se clarifican los hechos.

 

 

Sin embargo, la presión mediática y social aumenta cada día, y la exigencia de explicaciones públicas por parte de la presidenta es ya un clamor.

 

 

El PSOE y Más Madrid han pedido la comparecencia urgente de Ayuso en la Asamblea de Madrid, mientras que Unidas Podemos ha solicitado la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de las listas de espera y el modelo de colaboración público-privada en la sanidad madrileña.

 

 

 

El modelo Ribera Salud bajo la lupa.

 

 

 

La gestión privada de hospitales públicos, especialmente por parte de grandes grupos como Ribera Salud y Quirón, ha sido objeto de debate en los últimos años.

 

 

Defensores del modelo argumentan que permite una mayor flexibilidad y eficiencia, pero los detractores alertan sobre la mercantilización de un derecho fundamental y la falta de transparencia en la gestión de recursos públicos.

 

 

El caso de Torrejón ha puesto de manifiesto los riesgos de aplicar lógicas empresariales a la salud pública.

 

 

La relación directa entre la cuenta de resultados y las listas de espera, reconocida por el propio CEO de Ribera Salud, evidencia que la maximización de beneficios puede entrar en conflicto con la atención sanitaria de calidad y el acceso universal.

 

Vicente Vallés, con su estilo sobrio y crítico, ha sido uno de los periodistas que mejor ha sabido captar la gravedad de la situación.

 

 

Su mensaje, “Ayuso no ha dicho ni una sola palabra”, ha sido replicado en redes sociales y medios de comunicación, alimentando el debate sobre la transparencia y la responsabilidad política.

 

 

La cobertura mediática ha sido clave para que el escándalo no se diluya y para que la ciudadanía exija respuestas claras y contundentes.

 

 

El papel de los medios como garantes de la información y como contrapoder es fundamental en situaciones donde la salud pública y la gestión de recursos están en juego.

 

El Ministerio de Sanidad ha anunciado una investigación para esclarecer lo ocurrido en el Hospital de Torrejón, mientras la Comunidad de Madrid ha iniciado una auditoría interna.

 

 

El resultado de estas investigaciones será determinante para el futuro del modelo de gestión sanitaria en la región y para la credibilidad del gobierno autonómico.

 

 

La crisis ha abierto un debate sobre la conveniencia de mantener la colaboración público-privada en la sanidad y sobre la necesidad de reforzar los mecanismos de control y transparencia.

 

 

La sociedad madrileña exige que la salud pública esté por encima de los intereses económicos y que los responsables políticos den la cara ante situaciones que afectan directamente a la vida de los ciudadanos.

 

El escándalo del Hospital de Torrejón ha puesto en cuestión el modelo sanitario madrileño y la capacidad de sus dirigentes para gestionar situaciones de crisis.

 

 

El silencio de Ayuso, destacado por Vicente Vallés, añade una capa de incertidumbre y preocupación, mientras los ciudadanos y los profesionales sanitarios exigen explicaciones y responsabilidades.

 

 

La actitud de la presidenta madrileña será clave para determinar el rumbo político y social de la crisis.

 

 

Por ahora, el mensaje de Vallés resuena con fuerza: “No ha dicho ni una sola palabra”.

 

 

En un momento en el que la transparencia y la rendición de cuentas son más necesarias que nunca, la sociedad madrileña espera que sus dirigentes estén a la altura y que la sanidad pública recupere el protagonismo que merece.