Máximo Pradera reacciona de un modo inimaginable a la decisión de TVE de abandonar Eurovisión por Israel.

 

 

 

 

El escritor Máximo Pradera ha dado su opinión sobre la decisión de RTVE de abandonar Eurovisión 2026 tras la presencia de Israel.

 

 

 

 

 

 

 

 

Este jueves, 4 de diciembre, se conocía la decisión de la UER sobre la polémica participación de Israel en Eurovisión.

 

 

Tras la votación en la que han decidido que el país se mantenga en la próxima edición del festival, RTVE ha anunciado que cumplía su palabra de retirarse.

 

 

Fue el pasado mes de septiembre cuando el Consejo de Administración de RTVE acordó que España abandonaría Eurovisión si Israel formaba parte. Además, la corporación pública que preside José Pablo López también ha anunciado que RTVE no emitirá ni la final del festival, que se celebrará en Viena (Austria) el próximo 16 de mayo, ni tampoco las semifinales de los días 12 y 14.

 

 

 

 

“Lo sucedido en la Asamblea de la UER confirma que Eurovisón no es un concurso de canciones sino un festival dominado por intereses geopolíticos y fracturado”, ha escrito el presidente de RTVE, José Pablo López, en un mensaje publicado en sus redes sociales.

 

 

 

 

 

 

Las reacciones a esta decisión histórica no se han hecho esperar. La inmensa mayoría de los usuarios de X celebran que el ente público haya cumplido lo acordado.

 

 

Aunque, sin duda, una de las opiniones más contundentes ha sido la del escritor Máximo Pradera, quien, a través de su cuenta de X, ha atacado duramente a Eurovisión.

 

 

El primer año sin pasar vergüenza ajena“, ha empezado escribiendo Máximo Pradera, dejando claro que Eurovisión no es ‘santo de su devoción’.

 

 

Ni zorras nebulosas, ni gallos manelianos, ni divas de baratillo. Como dirá Drexler: SILENCIO“, ha sentenciado el comunicador.

 

 

 

 

RTVE considera “insuficientes” las medidas anunciadas por la UER.

 

 

 

RTVE junto a otros siete países ha solicitado por escrito la votación secreta en la Asamblea.

 

 

Sin embargo, la presidenta de la UER ha denegado la realización de una votación específica sobre la participación de Israel.

 

 

Una decisión que acrecienta la desconfianza de RTVE en la organización del certamen europeo y confirma presiones en torno al mismo.

 

 

En un comunicado, la UER ha señalado que los miembros han respaldado “una serie de cambios específicos en el reglamento del Festival de la Canción de Eurovisión, diseñados para reforzar la confianza, la transparencia y la neutralidad del evento”.

 

 

 

Sin embargo, el secretario general de RTVE, Alfonso Morales, ha explicado en su intervención ante la Asamblea previa a la votación, que la Corporación “reconoce y valora” las medidas adoptadas por la UER para defender los principios y valores centrales del certamen.

 

 

 

Pero considera que dichas medidas son “insuficientes”, reiterando sus “serias dudas sobre la participación de la televisión israelí KAN en Eurovisión 2026”.

 

 

 

“No deberíamos aceptar dobles raseros”.

 

 

 

“La situación en Gaza, a pesar del alto el fuego y la aprobación del proceso de paz, y la utilización del certamen para objetivos políticos por parte de Israel, hacen cada vez más difícil mantener Eurovisión como un evento cultural neutral”, ha añadido Morales, mostrando su preocupación por la “instrumentalización” del voto en las últimas ediciones y la ausencia de sanciones.

 

 

 

“No deberíamos aceptar dobles raseros. La neutralidad y trasparencia es un objetivo común para garantizar un resultado veraz que respete a la audiencia y a los ciudadanos”, ha sentenciado.

 

 

 

Además de España, son varios los países que han decidido retirarse de Eurovisión 2026 tras la Asamblea de la UER.

 

 

Por el momento Países Bajos, Irlanda, Eslovenia y Bélgica ya han anunciado que no participarán. A ellos se podría sumar Islandia.

 

 

 

Reacciones sociales y políticas en España.

 

 

 

 

La decisión de RTVE ha sido ampliamente celebrada en redes sociales, donde miles de usuarios han aplaudido la coherencia de la corporación pública y han pedido que otros países sigan el ejemplo.

 

 

Sin embargo, también ha habido críticas por parte de sectores que consideran que la retirada supone una pérdida de visibilidad internacional y una renuncia a la participación cultural europea.

 

 

Partidos políticos como Podemos y Más País han respaldado la decisión de RTVE, mientras que el PP y Vox han criticado la medida por considerarla “excesiva” y “contraria a los intereses de España”.

 

 

El Gobierno, por su parte, ha defendido la autonomía de RTVE y ha insistido en que la corporación actúa en defensa de los valores democráticos y la neutralidad cultural.

 

 

 

Máximo Pradera y el sentir de una parte de la sociedad.

 

 

 

El mensaje de Máximo Pradera resume el sentir de una parte de la sociedad española que ve en Eurovisión un espectáculo marcado por la mercantilización, la banalidad y la falta de rigor artístico.

 

 

“Ni zorras nebulosas, ni gallos manelianos, ni divas de baratillo”, escribió Pradera, en referencia a algunas de las representaciones más polémicas de España en el festival.

 

 

Su celebración del “primer año sin pasar vergüenza ajena” ha sido compartida por numerosos usuarios, que consideran que la retirada de España es una oportunidad para repensar el papel de la televisión pública y de los eventos culturales en la defensa de valores universales.

 

 

La retirada de RTVE de Eurovisión 2026 marca un punto de inflexión en la historia del certamen y en la relación de España con la cultura europea.

 

 

La decisión, respaldada por otros países y por una parte significativa de la sociedad civil, plantea interrogantes sobre el futuro del festival, la capacidad de la UER para garantizar la neutralidad y la transparencia, y el papel de la cultura en la defensa de los derechos humanos y la democracia.

 

 

 

El mensaje de Máximo Pradera, entre la ironía y la crítica, refleja el debate abierto en España sobre la pertinencia de participar en eventos marcados por intereses geopolíticos y por la instrumentalización política.

 

 

 

Mientras tanto, la audiencia española se prepara para vivir el “primer año sin pasar vergüenza ajena”, en espera de que la cultura y la televisión pública recuperen su papel como espacios de diálogo, respeto y compromiso ético.