Javier Milei responde a lo que se ha dicho de él en ‘El Chiringuito’ de Josep Pedrerol.

 

 

 

El presidente de Argentina ha citado al programa de Pedrerol.

 

 

 

 

 

 

Javier Milei ha compartido un vídeo publicado en El Chiringuito donde el jugador Juan Eduardo Esnáider habla de él junto con Josep Pedrerol en el programa de entrevistas que tiene el periodista para redes.

 

 

 

En una parte del programa, Pedrerol le pregunta a los invitados por otras personas de relevancia y, en este caso, como argentino, a Esnáider le ha preguntado por el presidente de su país.

 

 

“Javier Milei es la esperanza para mucha gente en Argentina”, ha empezado diciendo el exfutbolista.

 

“¿Para ti también?”, ha querido saber el periodista de Atresmedia. “Sí”, ha dejado claro el exjugador del Real Zaragoza.

 

 

 

 

 

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha vuelto a ser protagonista en la conversación pública española tras citar directamente al programa ‘El Chiringuito’, dirigido por Josep Pedrerol, en sus redes sociales.

 

 

El motivo de su mención ha sido una entrevista en la que el exfutbolista Juan Eduardo Esnáider, invitado al espacio, se refirió a Milei como “la esperanza para mucha gente en Argentina”, una afirmación que el propio presidente no ha dejado pasar desapercibida.

 

 

Durante el programa, Pedrerol preguntó a Esnáider por diferentes figuras del deporte y la política, aprovechando la nacionalidad argentina del exjugador para pedirle su opinión sobre Milei.

 

 

“¿Para ti también es la esperanza?”, insistió el periodista. “Sí”, respondió Esnáider, reafirmando su apoyo al presidente argentino.

 

 

Además, el exfutbolista se pronunció sobre otros nombres relevantes: de Xabi Alonso dijo que todavía tiene que demostrar si puede ser un gran entrenador; de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, lo calificó como “un genio”; y entre Leo Messi y Diego Maradona, no dudó en elegir al astro del Nápoles.

 

 

 

La reacción de Milei fue rápida y directa. Citando el tuit de El Chiringuito, el presidente argentino utilizó su ya famosa expresión “fenómeno barrial”, una frase que ha adquirido un matiz irónico con el paso del tiempo.

 

 

El origen de esta expresión se remonta a la campaña electoral de Milei, cuando un encuestador lo calificó como un “fenómeno barrial”, es decir, alguien con impacto limitado, endógeno y sin mayor alcance nacional o internacional.

 

 

Aquella etiqueta, que pretendía minimizar su relevancia, fue apropiada por Milei y convertida en un recurso recurrente cada vez que recibe reconocimiento fuera de Argentina, como una forma de subrayar su proyección internacional y de responder con sarcasmo a quienes dudaban de su potencial.

 

 

La repercusión de Milei en España no se ha limitado a los medios deportivos.

 

 

Hace unos días, el streamer gallego Joaquín Domínguez, conocido como El Xokas, generó tendencia en redes sociales al expresar su apoyo al presidente argentino en uno de sus directos de Twitch.

 

 

Xokas defendió la gestión de Milei frente al kirchnerismo, asegurando que “os estaba reventando, pulverizando, humillando y sodomizando”, y celebró el cambio de rumbo que, según él, ha supuesto la llegada de Milei al poder.

 

 

“El pueblo argentino lleva décadas sometido y ahora, gracias a dios, está cambiando todo.

 

 

Vuestra inflación ha parado de subir desmesuradamente y por fin los salarios están empezando a crecer, por mucho que te duela, esta es la realidad de Argentina”, afirmó el streamer, en una intervención que no tardó en viralizarse.

 

 

El fenómeno Milei, desde su irrupción en la política argentina, ha trascendido fronteras y se ha convertido en objeto de debate en diferentes ámbitos internacionales, especialmente en España, donde su estilo disruptivo y sus políticas económicas generan tanto admiración como rechazo.

 

 

 

La utilización del término “fenómeno barrial” es, en este sentido, una muestra de cómo el presidente argentino ha sabido capitalizar las críticas y convertirlas en parte de su narrativa pública, reforzando la idea de que su figura ha superado los límites locales para convertirse en un referente global del liberalismo radical.

 

 

La estrategia comunicativa de Milei, basada en la provocación y el uso inteligente de las redes sociales, le ha permitido mantener una presencia constante en la agenda mediática internacional.

 

 

Su capacidad para responder a las menciones de figuras públicas y programas extranjeros, como El Chiringuito, demuestra su interés por consolidar una imagen de líder mundial, capaz de influir en el debate político más allá de las fronteras argentinas.

 

 

 

Por otro lado, la respuesta de Milei al programa de Pedrerol pone de relieve la importancia que concede a la opinión pública internacional.

 

 

En un momento en el que Argentina atraviesa una profunda transformación económica y social, el respaldo de personalidades como Esnáider y la viralización de sus mensajes en plataformas como Twitch refuerzan la percepción de que el presidente argentino cuenta con apoyos fuera de su país, algo que él mismo utiliza para contrarrestar las críticas internas y consolidar su liderazgo.

 

 

 

La polémica en torno a Milei y su gestión no es ajena a la polarización política que caracteriza tanto a Argentina como a España.

 

 

Mientras sus seguidores destacan la contención de la inflación y la recuperación de los salarios, sus detractores advierten de los riesgos de sus políticas ultraliberales y de la falta de consenso social.

 

 

En este contexto, la figura de Milei se ha convertido en símbolo de un nuevo tipo de liderazgo, marcado por la confrontación, la ironía y la capacidad de generar debate en todos los rincones del planeta.

 

 

En definitiva, la intervención de Javier Milei en la conversación generada por El Chiringuito y la reacción de figuras como El Xokas reflejan el alcance internacional de un presidente que ha sabido convertir la crítica en oportunidad y la polémica en herramienta de consolidación política.

 

 

El “fenómeno barrial”, lejos de ser una limitación, es hoy la bandera de una proyección global que sigue creciendo y que, para bien o para mal, no deja a nadie indiferente.