Fernando Ónega, más allá del periodismo: el gesto de su mujer, una trágica muerte y el orgullo por sus hijas.

 

 

 

El padre de Sonsoles Ónega ha aparecido en ‘Plano General’ para hablar de algunos de los momentos más llamativos de su vida personal.

 

 

 

 

 

 

Sonsoles Ónega (47 años) sabe bien lo que significa llevar un apellido con peso en el mundo del periodismo, pero aun así ha logrado trazar su propio camino, imponiendo su ritmo y consolidando una voz propia.

 

 

Eso sí, siempre teniendo como punto de referencia a su padre, Fernando Ónega.

 

 

Sigue siendo mi comodín de la llamada (…) Me gusta escuchar a mi padre porque siempre aprendo algo nuevo”, contaba hace poco en una entrevista.

 

 

A pesar de que ambos son muy conocidos dentro del mundo periodísticos, siempre han intentando mantener su vida privada al margen de los focos.

 

 

Una intimidad que Fernando ha querido exponer brevemente en su última aparición.

 

 

Retirado desde el año 2022, Fernando Ónega reaparecía en el programa ‘Plano General’ de La 2 para hacer un repaso a toda su carrera, una charla con Jenaro Castro.

 

 

Durante esta charla, el periodista habló por primera vez del momento más duro de su vida: la enfermedad que le llevó a pasar por quirófano y que afectó directamente a su mujer, Ángela Rodrigo.

 

 

Un momento muy complicado para toda la familia que habían preferido mantener en la intimidad de su hogar hasta ahora.

 

 

 

 

La enfermedad de Fernando Ónega.

 

 

El periodista se sometió a un transplante de riñón en 2021, una difícil intervención que fue posible gracias a su mujer, Ángela Rodrigo.

 

 

“Se ofreció desde el primer instante”, recordaba Fernando sin poder evitar emocionarse.

 

 

En un primer momento, se negó a aceptarlo. “Me ha donado un riñón. Había discrepancias.

 

Yo tenía las arterias hechas una mierda de tanto fumar y entonces había dudas de si se me debía trasplantar un riñón o no”, confesaba.

 

 

A pesar del paso de los años, Fernando no olvida el momento en que despertó de la anestesia y vio a su mujer en la cama de al lado.

 

 

“¿Estás ahí?”, fue lo primero dijo. “Hay que ser muy valiente y muy generoso para hacer algo así”, afirmó.

 

Y es que esta situación le ha hecho llorar muchas veces.

 

 

 

 

El periodista lamentaba con Jenaro Castro haber hecho pasar a su mujer y su familia por tanta preocupación.

 

“De mi mujer puedo decir millones de cosas a favor. La que más me duele y me dolerá toda mi vida es que yo he pasado por todos los quirófanos de Madrid“, expresaba.

 

 

Y es que los constantes problemas de salud que ha sufrido le han llevado a someterse a todo tipo de intervenciones.

 

Me han abierto el corazón. Me han hecho de todo. Y siempre estuvo a mi lado. En todas las noches de angustia estaba ella.

 

 

Eso es difícil de olvidar y obligado reconocerlo. Te agradezco que me lo plantees para que lo pueda reconocer públicamente”, contó.

 

 

Las muertes que han marcado a Fernando.

 

 

Demostrando su total honestidad, Ónega decidía abrirse sobre unas perdidas que le marcaron profundamente: las muertes de dos sobrinos y su hermano.

 

 

El presentador le preguntaba directamente por esta situación tan dolorosa. “Me tocas la parte más dura y más sensible de mi familia.

 

 

Efectivamente, la muerte de María Jesús, con 39 años, fue un golpe durísimo. Era una mujer excepcional en todos los sentidos”, señalaba, refiriéndose a su sobrina.

 

 

Con los ojos empañados, Fernando aseguraba que su sobrina era una persona muy inteligente y decidida que hubiera logrado lo que quisiera.

 

 

Seguramente hoy sería ministra de Energía. Era una de las personas que más sabía de energía en su tiempo.

 

 

Estaba en la Unión Europea, en Bruselas. Y un cáncer la llevó por delante”, desveló.

 

 

 

 

Una situación que su familia volvió a vivir con otro sobrino, Ramón. “Monchito, el otro hijo de mi hermano…. una parálisis cerebral con la que duró más de 40 años”, confesaba.

 

 

De nuevo, una enfermedad les arrebataba a alguien esencial al clan Ónega. Pero hay más. A María Jesús y Ramón se suma el fallecimiento de José Ramón Ónega, hermano de Fernando.

 

 

Delegado de la Casa de Galicia en Madrid, José Ramón fue una de las miles de personas que perdieron la vida por el COVID-19. “Y mi hermano.. esta era su casa. Aquí pasó 11 años de su vida. 

 

 

Aquí cumplió los 81 años hasta que llegó el COVID y se lo llevó por delante en cuestión de días”, explicaba en ‘Plano General’. Su muerte se produjo poco después que la de su hijo.

 

 

 

 

 

Lo más duro fue que, debido a las duras limitaciones por la pandemia, no pudo saber cuál era su estado hasta muchas horas después.

 

 

Cuando se le ingresó dieron las 11 de la noche y yo no había conseguido saber cómo estaba.

 

 

Es muy duro tener un hermano en una situación como aquella y no saber si está bien o está mal, si tiene algún tipo de esperanza”, reflexionó.

 

 

 

Para lograr saber algo de él decidió tirar de contactos y llamar a Isabel Díaz Ayuso. “Le digo: ‘Estoy en esta situación, Presidenta.

 

 

Écheme una mano. A los cinco minutos me llamó. Y fue la que me mantuvo informado hasta la muerte de mi hermano.

 

 

No tuve información médica ninguna. Sí tuve la información de Isabel Díaz Ayuso. Y eso es difícil de olvidar”, indicó.

 

 

La relación de Sonsoles con su padre Fernando Ónega.

 

 

A pesar de todos los varapalos que ha sufrido a lo largo de su vida, Fernando Ónega ha sabido encontrar luz entre tanta tragedia.

 

 

Y parte de esa luminosidad proviene de sus hijos.  Durante la citada entrevista, el periodista mencionó en varias ocasiones a su hijas, Sonsoles y Cristina, fruto de su primer matrimonio con Marisol Salcedo.

 

 

 

“Tuvieron vocación periodística desde niñas”, recordaba. Ambas disfrutaban escribiendo y expresándose con palabras.

 

 

Eso sí, alguna que otra vez vivían anécdotas muy curiosas.  “Cuando estaban estudiando y hacían alguna redacción que estaba bien les decían: ‘Eso lo ha hecho tu padre’”, relataba el periodista.

 

 

 

 

 

 

Ahora, nadie piensa que su padre les hace el trabajo.Mientras que Sonsoles encabeza el programa diario ‘Y ahora Sonsoles’ en Antena 3, Cristina ha logrado ser directora del Canal 24 horas de TVE.

 

 

Además, desde este mismo año, es subdirectora de los Servicios ‘Informativos’ de TVE.

 

 

Tampoco ocultaba su admiración por su tercer hijo, Fernando de 23 años, que nació tras casarse con Ángela Rodrigo.

 

 

Aunque es el más desconocido de los vástagos del periodista, sí que cuenta con un dato llamativo en su biografía: su padrino es Julio Iglesias.

 

 

 

 

La popularidad de Sonsoles ha hecho que el vínculo con su padre sea mucho más mediático que el de su hermana Cristina.

 

 

De hecho, el propio periodista reconocía que había empezado a ser conocido como “el padre de Sonsoles”.

 

 

 El respeto y admiración entre ambos es mutua. Por un lado, Sonsoles ha encontrado en su padre ese referente profesional al que recurre siempre que le asaltan las dudas.

 

 

Por otro lado, Fernando no puede evitar sentirse orgullosa de la evolución de su hija como periodista y reconoce que él también aprende de su hija.

 

 

“No me pide consejos… soy yo quien se atreve a dárselos“, confesaba su padre, Fernando Ónega, en una entrevista reciente.

 

 

Sin embargo, más allá de esa pasión comunicativa que comparten, su amor fraternal es incondicional y eso queda patente cada vez que ambos han coincidido en un acto público.

 

 

Sonsoles viaja a su Galicia natal siempre que puede, ese refugio en el que le aguarda el cariño de su familia.