Terelu Campos afea a Mar Flores: “Se lo podía haber ahorrado. Yo no dejaría por escrito algo que no me gustaría que mi nieto leyera”.’

 

 

 

 

La conocida tertuliana no ha tenido problemas a la hora de expresar su opinión respecto a lo que menos le gusta del libro que ha lanzado Mar Flores.

 

 

 

 

 

 

 

Las memorias de Mar Flores (56 años) han dado mucho que hablar en los últimos meses.

 

 

La modelo ha querido lanzar este libro tan personal para abrirse sobre todos los capítulos de su vida, incluyendo los más dolorosos.

 

 

Entre estos encontramos las acusaciones de maltrato que lanza contra su ex, Carlo Costanzia, al que no le han gustado nada las palabras que Mar le dedica y ha acudido al programa ‘¡De Viernes!’ en varias ocasiones para contraatacar.

 

 

Anoche fue la última vez que pudimos verle sentarse en este programa de Telecinco, uno en el que trabaja Terelu Campos (60 años), madre de la novia del hijo de Carlo y Mar, que además no tuvo problemas en afear a su consuegra al comentar su opinión respecto a estas memorias.

 

 

 

Terelu Campos afea a Mar Flores.

 

 

 

Hace apenas unas horas veíamos al italiano sentarse de nuevo en este programa de Telecinco para responder a Mar Flores, a la que aseguraba piensa demandar por lo que ha escrito, no entendiendo por qué ha querido “volver a abrir viejas heridas” que llevaban más de una década calladas.

 

 

 

 

 

 

“El capítulo de su hijo se lo podía haber ahorrado”, sentenciaba Terelu respecto a las memorias de Mar Flores.

 

 

 

Y esto es algo de lo que también ha hablado Terelu, que lejos de intentar guardar silencio respecto a un tema que sabe que a su hija, Alejandra Rubio, podría llegar a molestar, se ha sincerado como nunca sobre estas memorias.

 

 

 

El capítulo de su hijo se lo podía haber ahorrado“, sentenciaba, tajante, queriendo explicar la razón de sus palabras: “Yo no dejaría escrito algo que no me gustaría que mi nieto leyera”, añadía.

 

 

 

 

 

 

Además, Terelu explicaba a Carlo Costanzia que, “con el Código Penal en la mano, no puedo llamarte maltratador”.

 

 

 

Además de lanzar este gran dardo a Mar, Terelu no se cortó y quiso responder a otras personas que la han criticado duramente por no haberse posicionado públicamente al lado de Mar Flores tras estas acusaciones de maltrato.

 

 

Una de ellas era Carlota Corredera, excompañera de ‘Sálvame’, a la que respondió anoche.

 

 

 

“A mi, periodistas de este país, me han exigido que te llame maltratador.

 

 

Yo, con el Código Penal en la mano, no puedo llamarte maltratador ni a ti ni a nadie que no tiene condena”, se justificaba.

 

 

 

Este posicionamiento ha generado un intenso debate en redes sociales y en los medios de comunicación, donde se han enfrentado dos visiones contrapuestas: por un lado, quienes defienden la necesidad de apoyar a las víctimas y de denunciar cualquier indicio de violencia, y por otro, quienes insisten en la importancia de la presunción de inocencia y de no condenar públicamente a nadie sin pruebas ni sentencia firme.

 

 

 

La postura de Terelu, aunque polémica, ha sido valorada por muchos como un ejercicio de prudencia y de responsabilidad, especialmente en un contexto mediático donde las emociones y las presiones pueden llevar a pronunciamientos precipitados.

 

 

 

El caso de Mar Flores y Carlo Costanzia es un ejemplo paradigmático de cómo los relatos personales pueden convertirse en asuntos de interés público y de cómo la televisión y los medios pueden amplificar conflictos privados hasta convertirlos en debates nacionales.

 

 

 

Las memorias de Mar Flores, lejos de ser un simple ejercicio literario, han abierto una ventana a las complejidades de las relaciones familiares y a la dificultad de gestionar el pasado cuando este se convierte en materia de discusión pública.

 

 

La reacción de Terelu Campos, por su parte, pone de manifiesto la tensión entre la necesidad de proteger a los seres queridos y la obligación de respetar la verdad y la justicia.

 

 

 

Su crítica a Mar Flores por incluir ciertos capítulos en sus memorias refleja la preocupación por el impacto que pueden tener las palabras en los hijos y nietos, y la importancia de pensar en el futuro antes de publicar relatos que pueden marcar de por vida a quienes aparecen en ellos.

 

 

En definitiva, el debate generado por las memorias de Mar Flores, las respuestas de Carlo Costanzia y la postura de Terelu Campos ilustran la complejidad de los asuntos familiares en la era de la exposición mediática.

 

 

 

La televisión, los libros y las redes sociales han convertido la vida privada en un espectáculo público, donde cada palabra y cada gesto pueden tener consecuencias inesperadas.

 

 

En este escenario, la prudencia, el respeto y la responsabilidad se convierten en valores imprescindibles para navegar entre la verdad, la memoria y el derecho a la intimidad.