Belén Esteban defiende a Rosalía tras las críticas por el uso del catalán y el español en su nuevo disco ‘Lux’

 

Belén Esteban y Rosalía

 

La colaboradora de ‘No somos nadie’ sale en defensa de la artista catalana ante las acusaciones de “humillar a los catalanes”

Rosalía vuelve a estar en el centro de la conversación mediática con el lanzamiento de Lux, su cuarto álbum de estudio, una ambiciosa propuesta que combina la espiritualidad, la experimentación y una sorprendente mezcla de idiomas.

Sin embargo, lo que debía ser una celebración artística se ha transformado en una polémica nacional.

Parte del debate gira en torno a la presencia del español en una de las canciones interpretadas junto a la Escolanía de Montserrat, algo que ha desatado una ola de críticas desde determinados sectores.

Entre las voces que han salido en su defensa, una de las más firmes ha sido la de Belén Esteban, quien desde el programa No somos nadie ha mostrado su apoyo a la cantante y ha reprochado duramente los ataques que ha recibido.

 

Una polémica inesperada en torno a ‘Magnolias’

El punto de fricción ha surgido en torno a la canción Magnolias, uno de los temas centrales de Lux, en la que Rosalía colabora con el célebre coro infantil de Montserrat.

En la pieza, parte del texto se interpreta en español, una elección que, para la periodista catalana Juliana Canet, supone una “falta de respeto” hacia la identidad cultural catalana.

El comentario de Canet, realizado en el programa Que no surti d’aquí de Catalunya Ràdio, se ha viralizado rápidamente y ha generado una cascada de reacciones.

En redes sociales, muchos seguidores de Rosalía han defendido la libertad artística de la cantante y su derecho a expresarse en múltiples idiomas, especialmente cuando su obra busca transmitir una idea de universalidad espiritual.

 

Belén Esteban entra en escena

El espacio No somos nadie, emitido por el canal TEN, abordó el tema en su tertulia del miércoles.

Desde el inicio del debate, Belén Esteban mostró su desacuerdo con las críticas hacia la artista.

La colaboradora recordó que Rosalía siempre ha mostrado orgullo por sus raíces catalanas y que el uso del catalán en el álbum demuestra precisamente ese vínculo.

Durante la conversación, Esteban defendió la convivencia de lenguas dentro del proyecto musical, subrayando que el disco utiliza más de diez idiomas distintos, entre ellos el catalán, el español, el latín y el inglés, en una propuesta que busca trascender fronteras culturales.

Su intervención encendió momentáneamente el plató, especialmente al cuestionar la visión restrictiva que algunos sectores mantienen respecto a la identidad lingüística en Cataluña.

 

La tensión en el plató y el debate sobre la identidad

El intercambio de opiniones entre los colaboradores del programa evidenció el delicado equilibrio entre identidad cultural y libertad artística.

Mientras algunos defendían la necesidad de respetar la sensibilidad catalana, otros señalaban que el arte no debe estar sujeto a etiquetas territoriales.

El propio director del programa, David Valldeperas, intervino para matizar algunas de las afirmaciones de Esteban y tratar de mantener el tono del debate. Sin embargo, la colaboradora insistió en su argumento de que el idioma no debería convertirse en motivo de enfrentamiento, sino en un vehículo de unión.

En este contexto, la intervención de María Patiño sirvió para rebajar la tensión, recordando que es posible mantener una postura independentista y, al mismo tiempo, admirar el talento de Rosalía.

Su comentario fue recibido con asentimiento general, aunque el debate continuó reflejando la polarización existente en torno al tema.

Rosalía y la libertad creativa

Mientras la discusión se desarrolla en los medios, Rosalía continúa recibiendo elogios por Lux.

La crítica internacional ha calificado el disco como su trabajo más ambicioso y maduro hasta la fecha, con una puntuación casi perfecta en Metacritic.

La artista ha logrado fusionar estilos, idiomas y referencias culturales de forma inédita, consolidando su posición como una de las figuras más influyentes de la música contemporánea.

Pese a ello, parte del público parece más interesado en los matices políticos que en el contenido artístico.

Este tipo de controversias no son nuevas en la carrera de Rosalía, quien ya fue objeto de críticas en el pasado por su manera de representar el flamenco o por la mezcla de estilos musicales en Motomami. En todos los casos, su respuesta ha sido la misma: dejar que la música hable por sí misma.

 

El papel de los medios y la exposición mediática

La intervención de Belén Esteban en defensa de Rosalía vuelve a poner sobre la mesa el papel que desempeñan los medios de entretenimiento en la formación de opinión pública.

Lo que comenzó como un comentario radiofónico ha derivado en un debate nacional sobre la identidad, la cultura y el uso de las lenguas oficiales.

El formato de tertulia televisiva amplifica este tipo de enfrentamientos, transformando un asunto musical en una discusión política o social.

Para algunos analistas, este fenómeno evidencia la necesidad de separar la crítica artística de los discursos ideológicos, evitando que la cultura se convierta en un terreno de confrontación constante.

 

Una defensa que marca posición

Con su intervención, Belén Esteban ha vuelto a mostrar su estilo directo y su disposición a defender sus ideas ante la polémica.

Su apoyo a Rosalía ha sido interpretado por muchos espectadores como un gesto de empatía hacia una artista que, más allá de los debates lingüísticos, representa la creatividad y la diversidad cultural del país.

El episodio también deja entrever el poder mediático que Esteban sigue teniendo en la televisión española.

Cada una de sus intervenciones genera titulares y reacciones, y su defensa de Rosalía no ha sido una excepción.

En las redes, numerosos usuarios han aplaudido su postura, mientras otros han preferido mantener una visión más crítica sobre el fondo del asunto.

 

Una artista que divide y une al mismo tiempo

A pesar de las controversias, Rosalía sigue siendo una figura capaz de generar consenso en torno a su talento. Su música une públicos diversos, cruza fronteras idiomáticas y plantea reflexiones sobre la identidad contemporánea.

Lux se presenta como un ejercicio de exploración espiritual y artística que no busca representar a un territorio concreto, sino hablar de la humanidad desde múltiples perspectivas culturales.

El debate surgido a raíz de esta polémica demuestra, una vez más, que Rosalía no deja indiferente a nadie.

Su capacidad para inspirar tanto admiración como controversia confirma su posición en el epicentro de la conversación cultural.

Y mientras los debates se multiplican, su música sigue resonando en todo el mundo, más allá de las fronteras, los idiomas y las interpretaciones políticas.