El “Círculo de Caracas”: Sombras de Traición y Maletines en la Oscuridad del Bosque

La política española ha descendido a un escenario que parece extraído de una novela de espionaje de la Guerra Fría, pero con un trasfondo de dinero público y favores transatlánticos.

El reciente encuentro entre el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Julio Martínez, presunto testaferro y pieza clave en el polémico rescate de la aerolínea Plus Ultra, ha desatado una tormenta que amenaza con socavar los cimientos de la confianza institucional.

Lo que el entorno del expresidente intenta vender como una “sorpresa” tras la detención de Martínez, se revela, bajo el prisma de los datos, como una operación coreografiada en las sombras.

La Cita en el “Punto Ciego”: Papeles, Bosque y Sin Cobertura

El escenario no podría ser más revelador: una zona boscosa, alejada de cualquier mirada indiscreta y, lo más importante, un “punto ciego” tecnológico sin cobertura telefónica.

El 8 de diciembre, a primera hora de la mañana, dos hombres con vestimenta urbana —trajes y mocasines— se internaron en la naturaleza. No buscaban aire puro; buscaban el silencio de las ondas.

Expertos en seguridad apuntan a que el famoso “chivatazo” sobre la detención inminente es solo la punta del iceberg.

El verdadero motivo del encuentro en un lugar inhóspito responde a una necesidad imperativa: el intercambio de documentación física.

En un mundo donde los correos electrónicos y los mensajes de WhatsApp dejan una huella imborrable para la policía judicial, el papel es el único refugio.

Martínez, cargado de carpetas, y Zapatero, en una reunión clandestina, sugieren una transferencia de información sensible que no podía arriesgarse a ser interceptada por los satélites o el rastreo de terminales móviles.

Plus Ultra: Un Rescate a Medida de 53 Millones

Para entender la urgencia de este encuentro, hay que mirar hacia atrás, al Consejo de Ministros que aprobó un rescate de 53 millones de euros para Plus Ultra, una aerolínea que rozaba la inexistencia operativa.

Con un solo avión en funcionamiento y representando apenas el 0,03% de los vuelos nacionales, la inyección de capital público fue calificada de “barbaridad” por los analistas.

Las conexiones son directas y dolorosas para el Ejecutivo actual. Según versiones que emanan del entorno del exministro Ávalos, Zapatero ejerció una presión asfixiante para que se concediera este dinero.

En ese Consejo de Ministros se sentaban Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska, este último jefe máximo de las fuerzas que ejecutan las detenciones.

La pregunta que flota en el aire es inevitable: ¿Cómo pudo Zapatero ignorar que su colaborador estaba bajo seguimiento si las vías de información confluyen en el corazón del Palacio de la Moncloa?

El Rastro del Dinero: De Caracas a las Empresas Familiares

El círculo se cierra en el ámbito personal. Se ha denunciado que Julio Martínez mantenía facturaciones habituales con empresas vinculadas a las hijas del propio Zapatero.

Los destinos de estos negocios no son casuales: China y Venezuela.

Es en Caracas donde el expresidente ha centrado su actividad en los últimos años y es precisamente Caracas el destino estrella de la aerolínea Plus Ultra.

La hipótesis de que Martínez actuaba como testaferro de los intereses económicos de Zapatero cobra una fuerza devastadora.

Los pagos, la logística y las reuniones secretas dibujan una estructura diseñada para mover capitales bajo la apariencia de actividad empresarial legítima, utilizando los lazos familiares como puente de plata.

¿Inocencia o Coartada?

Zapatero insiste en su inocencia y en que la detención fue una sorpresa.

Sin embargo, los hechos narran una historia distinta: la historia de una banda organizada que utiliza el poder del Estado para proteger intereses privados.

España observa con estupor cómo un expresidente se ve envuelto en una trama donde el dinero público vuela hacia destinos inciertos, mientras las explicaciones oficiales se pierden en la espesura de un bosque sin cobertura.