El Vínculo Inesperado: Duro Felguera, el Gobierno y los Ecos de un Pasado Controversial

La telaraña de Sánchez: así se unieron la trama Koldo y la cloaca para salvar a Duro Felguera - Libertad Digital

Una trama de alto nivel ha comenzado a revelar conexiones sorprendentes entre los esfuerzos gubernamentales para el rescate de la compañía Duro Felguera y movimientos extraoficiales que buscaban la desestimación de casos judiciales vinculados a su pasado.

La Fiscalía Anticorrupción, a través de las declaraciones de su fiscal José Grinda, ha puesto de manifiesto una serie de presiones y peticiones que sugieren una coordinación inusual entre las esferas de poder político y los intereses de la empresa asturiana.

La Revelación de Grinda: Peticiones Inusuales en los Despachos

 

El fiscal Grinda, en declaraciones ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 9 de Madrid, Arturo Zamarriego, detalló un encuentro donde se le solicitó el archivo de varias causas, destacando una que le resultó particularmente llamativa: el caso que involucra a Duro Felguera.

Según relató Grinda, emisarios de un grupo que él mismo calificó como “la cloaca” (un término usado en el ámbito periodístico para describir una supuesta red de intereses y operaciones secretas) le ofrecieron un puesto en el extranjero y evitarle una demanda judicial.

A cambio, debía proporcionar información sensible contra el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, y archivar diversos procesos, siendo uno de ellos el de la empresa de ingeniería.

Lo que desconcertó inicialmente al fiscal fue la inclusión del caso Duro Felguera, que se centra en presuntos sobornos pagados al régimen del expresidente venezolano Hugo Chávez para la adjudicación de contratos, como el de una central termoeléctrica valorada en 1.500 millones de dólares. Este caso salpicó en su momento al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Grinda expresó su sorpresa, ya que la petición de archivar el caso de Duro Felguera no guardaba relación aparente con otros casos de corrupción que le pedían desestimar, muchos de ellos relacionados con la situación política en Cataluña (como el caso 3%).

“Duro me llama la atención… Es que no tiene nada que ver con Cataluña. Venezolanos, españoles.

Salvo que alguien de Duro tuviese interés… o que quien estuviese detrás del documento presentase el tema de Duro por liar,” fue la expresión utilizada por Grinda en su declaración, reflejando el misterio que rodeaba esta solicitud.

La Sala Penal de la Audiencia Nacional ya había confirmado en abril del año anterior el procesamiento de la compañía, de su expresidente Juan Carlos Torres, y de los ex viceministros venezolanos Nervis Villalobos y Javier Alvarado por estos presuntos sobornos. Este proceso judicial en curso añade una capa de complejidad al futuro de la empresa.

El Rescate Gubernamental y el Factor Ábalos-Sánchez

 

El interés en el archivo del caso Duro Felguera adquiere una nueva dimensión al cruzarse con las acciones emprendidas por el Gobierno de Pedro Sánchez para garantizar la supervivencia de la empresa.

Duro Felguera, una compañía estratégica en el sector de ingeniería y con una plantilla considerable, se encontraba al borde del colapso, solicitando el preconcurso de acreedores.

Ante la situación, el Gobierno optó por la segunda vía: un nuevo rescate a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales).

A finales de 2024, se articuló un plan que incluía la conversión de 100 millones de euros de un préstamo participativo en acciones, manteniendo así a la empresa “artificialmente con vida”, según algunas fuentes.

La conexión más explosiva se encuentra en los mensajes interceptados entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el entonces ministro José Luis Ábalos, en enero de 2020.

Estos mensajes forman parte de las investigaciones del llamado caso Koldo.

Se ha revelado que la autorización expresa de Sánchez para la entrada de la vicepresidenta chavista de Venezuela, Delcy Rodríguez, en territorio español, conocida como el “Delcygate”, fue la respuesta a un mensaje previo de Ábalos.

En ese mensaje, Ábalos no solo informaba de la llegada inminente de la alta funcionaria venezolana, sino que también vinculaba directamente su visita a gestiones empresariales.

El ministro Ábalos escribió: “Y para acabar de molestarte, la vicepresidenta de Venezuela viene en privado el lunes, quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de Comunicación (que es su hermano).

La gestión que acordamos en favor de las empresas españolas ha permitido que Duro Felguera haya cobrado una importante deuda”. La respuesta de Sánchez, lacónica pero afirmativa, fue: “Bien”.

Este intercambio de mensajes revela un conocimiento directo, al más alto nivel del Ejecutivo, de las gestiones que se estaban realizando en Venezuela y que beneficiaban a Duro Felguera, permitiéndole cobrar una deuda significativa justo en un momento crucial.

El mensaje sugiere que las gestiones para la empresa asturiana y la visita de la vicepresidenta venezolana eran parte de un mismo paquete de intereses.

Un Caso con Múltiples Ramificaciones

 

El cruce de datos y las declaraciones judiciales sugieren que existió un doble esfuerzo coordinado para ayudar a Duro Felguera:

Esfuerzo Oficial: El rescate gubernamental impulsado por el Consejo de Ministros a través de la SEPI.

Esfuerzo Extraoficial: La intervención política y la solicitud de archivo del caso judicial por presuntos sobornos, un intento revelado por el fiscal Grinda.

La conjunción de estos dos elementos —el impulso político-económico del Gobierno para rescatar a la empresa y el intento de la “red de intereses” de enterrar su pasado controversial con Venezuela— apunta a una sincronía de actuaciones.

El objetivo parece haber sido salvar a la empresa, eliminando simultáneamente los obstáculos judiciales que pudieran comprometer su reputación y la de figuras políticas relevantes.

El caso Duro Felguera se convierte así en un nodo donde convergen diversas tramas: el rescate empresarial, las relaciones internacionales polémicas con Venezuela, y las supuestas maniobras para manipular la justicia en casos de corrupción.

Las investigaciones en curso, especialmente en el marco del caso Koldo, prometen seguir desvelando los hilos que unen a la empresa, el Gobierno y las esferas de poder extraoficial.

La gran pregunta que queda en el aire es: ¿hasta qué punto el conocimiento en la cúpula del Ejecutivo sobre las gestiones en Venezuela y la autorización del rescate se vieron influenciados por los esfuerzos paralelos para garantizar la impunidad judicial de la compañía? La conexión entre el “rescate” y el “archivo” es la clave de este nuevo y fascinante capítulo de la crónica política y judicial española.