Iñaki López y la pregunta incómoda: ¿sirve para algo volver a la mili?

Iñaki López critica el posible retorno a la mili y cuestiona su eficacia: “Es una pérdida de tiempo”
En medio de este escenario, la intervención del presentador de La Sexta, Iñaki López, ha resonado en la conversación pública. Sus palabras, contundentes pero medidas, sintetizan un sentimiento ampliamente compartido: “Las guerras no se van a ganar con soldados de leva”.
Detrás de esa frase hay una reflexión esencial: el modelo bélico del siglo XXI ya no depende de grandes masas de reclutas, sino de tecnología avanzada, equipos profesionales y unidades altamente especializadas.
La mili, tal y como la conocimos, podría ser más una distracción que una solución.
La fuerza del comentario radica en su realismo. López no discute la necesidad de fortalecer la defensa europea; lo que cuestiona es si el pasado es realmente la herramienta adecuada para el presente.
Europa rearma su pasado mientras España se pregunta si el tiempo realmente ha cambiado
Durante años, el servicio militar obligatorio quedó archivado en el cajón de los recuerdos.
Un capítulo que Europa parecía haber cerrado de forma definitiva.
Sin embargo, el viejo continente vuelve a debatir sobre la mili con una intensidad que sorprende incluso a los más veteranos analistas de defensa.
En un contexto de tensiones internacionales y transformación geopolítica, varios países han decidido reactivar un modelo que parecía pertenecer a otra era.
Y mientras esa ola recorre el norte y el este del continente, España observa desde la distancia, intentando entender si este regreso responde a una necesidad estratégica o a un clima emocional marcado por la incertidumbre.
En este escenario, la reacción de figuras mediáticas como Iñaki López se ha convertido en un termómetro del debate público.
Sus palabras, lejos del dramatismo, apuntan a una reflexión que muchos ciudadanos comparten silenciosamente: ¿es realista pensar en un retorno de la mili tal y como la conocimos? ¿O estamos simplemente asistiendo a un gesto simbólico de países que se sienten cada vez más compelidos a reforzar sus capacidades defensivas?
De Finlandia a Suiza: el mapa de una Europa que nunca abandonó la mili
El regreso del servicio militar no ha sorprendido tanto cuando se mira el mapa con detenimiento.
Muchos países europeos, especialmente del norte, jamás llegaron a eliminarlo.
Finlandia, Estonia, Austria, Grecia, Chipre, Noruega, Dinamarca y Suiza han mantenido a lo largo de las últimas décadas una estructura de reclutamiento que, lejos de parecer residual, ha sido parte activa de su modelo de defensa.
Estos países comparten una característica: consideran la mili como un pilar logístico más que ideológico.
Una herramienta para mantener reservas humanas con un mínimo de preparación.
A diferencia del pasado, ya no se trata de formar ejércitos masivos, sino de asegurar un nivel básico de respuesta ante eventuales crisis.
El cambio no está en quienes la mantuvieron —ellos siguen con su hoja de ruta— sino en quienes la habían eliminado y ahora, inesperadamente, deciden recuperarla.
Suecia, Letonia y Croacia: por qué algunas naciones han decidido mirar atrás
El caso de Suecia suele utilizarse para explicar esta reactivación. Tras suspender el servicio militar durante los años de estabilidad continental, el país escandinavo decidió reintroducirlo en 2018.
La medida no fue impulsada por nostalgia sino por un análisis frío de su vulnerabilidad estratégica.
Desde entonces, la mili forma parte de un plan más amplio de modernización y reforzamiento territorial.
Letonia siguió el mismo sendero en 2022, después de años de debate político interno.
Su decisión respondió directamente al clima de tensión regional y a la necesidad de contar con personal disponible en escenarios de emergencia.
En 2025, Croacia se ha sumado a este movimiento, mientras Rumanía avanza hacia una reactivación progresiva.
Estos países no buscan reconstruir la mili de antaño. Sus nuevos programas se parecen menos a un rito de paso juvenil y más a una fórmula logística adaptada al siglo XXI: formación breve, mínima, útil y altamente controlada.
Alemania y su experimento: voluntaria hoy, obligatoria mañana
El caso alemán es quizás el más significativo, porque refleja el punto en el que se encuentra Europa. Alemania, que suspendió la mili en 2011, ha dado luz verde a un sistema híbrido que entrará en vigor el 1 de enero de 2026.
Será voluntaria, pero altamente incentivada: quienes se inscriban recibirán una retribución que ronda los 2.500 euros mensuales.
Este modelo tiene un matiz esencial: si la participación no alcanza las cuotas fijadas por el Ministerio de Defensa, el país se reserva la opción de volver a imponer la obligatoriedad.
Es decir, Alemania no cierra ninguna puerta.
Explora un terreno intermedio, consciente de que la opinión pública no acompañaría una imposición inmediata.
El diseño alemán revela algo más profundo: Europa está buscando modelos intermedios entre la profesionalización total y el reclutamiento masivo. Un equilibrio complejo que retrata la tensión entre libertad individual y seguridad colectiva.
España mira el debate europeo sin intención de reabrir el suyo
A pesar de lo que ocurre en otros países, España mantiene una postura clara: no habrá mili.
Al menos, no en un horizonte visible. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido contundente al afirmar que el debate “no existe en absoluto” en territorio nacional. Su posicionamiento coincide con la opinión pública: según una encuesta de La Sexta, el 78% de los ciudadanos rechaza la idea de volver al servicio militar obligatorio.
La España de 2025 no es la España del año 2000.
El recuerdo de la mili se asocia más con un obstáculo vital —una pausa forzosa en la vida laboral o académica— que con un valor formativo. La profesionalización de las Fuerzas Armadas está asentada y socialmente aceptada.
Replantear la cuestión implicaría no solo un esfuerzo logístico, sino un choque cultural considerable.
Deber cívico, identidad nacional y miedo: las emociones detrás del regreso
Más allá de los argumentos logísticos, el retorno de la mili revela un fenómeno emocional.
En algunos países, se percibe como un mecanismo para reforzar el sentimiento de pertenencia nacional y la cohesión interna.
En otros, como un antídoto contra la sensación de vulnerabilidad. Y en muchos, como una respuesta simbólica frente a un mundo que parece moverse en direcciones imprevisibles.
Nunca antes el debate sobre la mili había tenido un componente psicológico tan evidente.
El gesto de recuperarla no solo responde a necesidades militares, sino también a la necesidad colectiva de sentir control, estabilidad y fuerza.
Un continente dividido entre el recuerdo y el futuro
Europa avanza a dos velocidades.
Mientras unos países activan programas de reclutamiento y discuten sobre el sentido del deber cívico, otros se mantienen firmes en un modelo profesionalizado.
La diversidad de posicionamientos refleja la pluralidad histórica del continente.
Lo que sí parece claro es que la mili ya no es lo que era.
Ninguna nación busca regresar al modelo de hace 40 años.
El recuerdo pesa, pero el presente exige un enfoque distinto.
Y aunque España no forme parte del grupo que reactiva la mili, mira el proceso con la conciencia de que los debates europeos terminan influyendo, tarde o temprano, en la conversación interna.
Si Europa se rearma, España también deberá repensar qué tipo de defensa quiere construir.
No para imitar a los demás, sino para entender cuál es realmente su lugar en la nueva arquitectura de seguridad continental.
News
No fue una reacción cualquiera… fue esa reacción. La que Ana Obregón tuvo cuando le contaron, en privado, el despido fulminante de Alessandro Lequio en Mediaset |BV
Ana Obregón, en silencio pero indignada: la reacción inesperada al despido fulminante de Alessandro Lequio que reabre viejas heridas …
Antonio Naranjo no necesitó elevar la voz: bastó el tono, la pausa, y el nombre que mencionó… Sarah Santaolalla |BV
Un vídeo que desata un terremoto: el gesto contra Sarah Santaolalla que ha puesto en alerta a todo el debate…
Luis Rubiales entró al plató preparado para responder… pero no para lo que Susanna Griso tenía entre manos. Una información recién aireada por el programa |BV
Luis Rubiales ha vivido un cruce de reproches en ‘Espejo Público’ después de que los colaboradores pusiesen el foco en…
No lo vio venir… y la reacción lo dejó helado |BV
Susanna Griso ha propuesto un reto a Mariano Rajoy en su entrevista en ‘Espejo Público’ que le ha hecho sudar…
End of content
No more pages to load






