Los Presupuestos para 2026 continúan su tramitación en la Asamblea tras rechazar el PP las enmiendas a la totalidad de Más Madrid, PSOE y Vox.
El Pleno de este jueves en la Asamblea, donde se debatían las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos regionales de 2026, se ha convertido en un campo de batalla política.

Ante la aplastante mayoría absoluta del Partido Popular de Isabel Díaz Ayuso, la oposición ha utilizado el debate en el Parlamento madrileño para confrontar modelos y hacer oposición al Gobierno autonómico. Lo esperado.

PSOE y Más Madrid han situado el foco en el Hospital de Torrejón, donde el CEO de Ribera Salud, Pablo Gallart, se ha desvinculado del centro después de trascender unos audios en los que éste ordenaba subir las listas de espera costa de realizar menos intervenciones y rechazar pacientes o procesos no rentables para aumentar el beneficio.

Vox, por su parte, ha vuelto a centrarse en inmigración con un discurso durísimo donde ha acusado a los populares de ser peores que la izquierda.

Y en este clima llegó la bronca política. Sucedió cuando tomó la palabra el diputado del PP, Ángel Alonso, que se revolvió contra la hipocresía de la izquierda, a quien recordó sus contratos con Quirón, la denuncia de los populares que destapó el caso Koldo o su gestión residencias de ancianos.

El clima se iba caldeando cuando Alonso preguntó: “¿Quieren que recordemos dónde estábamos unos y otros en lo peor de la pandemia?”.

“Vamos a hacerlo: ¡este Gobierno cerrando colegios antes que nadie, cerrando centros públicos antes que nadie, repartiendo material antes que nadie, mascarillas FFP2 que ustedes querían retirar por buenas y ustedes estaban en el negacionismo, (diciendo) que mata más el machismo que el covid, (que) sólo tendremos un caso aislado o contagiando al grito de no se besa, no se besa, permitiendo que en Barajas entrase el virus como Pedro por su casa!”, exclamó entre protestas sonoras de Más Madrid y la ovación de su bancada.

Alonso añadió entonces que “fue precisamente su negligencia en la gestión la responsable de tantas muertes evitables, eso es la verdad”.

Los gritos desde la bancada de la formación de ultraizquierda se volvieron entonces más fuertes. El presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, pidió silencio y realizó varias llamadas al orden. “Silencio todos los diputados, por favor”.

Al retomar la palabra, el diputado popular afirmó con sorna: “Si había dejado un poco de tiempo para que se agitasen y demás.

Si verlos así a mí me pone; sí, verles enfadados me encanta”. Manuela Bergerot comenzó entonces a gritar desde su asiento.

“¡Ha dicho que le pone!”. Ossorio volvió a mandar silencio. “No lo retiras”, le interpeló al popular mientras éste negaba con la cabeza.

“El problema de gritar tanto y no escuchar al que habla es que luego se tergiversa lo que uno dice”. “Rectifica”, le gritaba Bergerot.

“Cobarde”, le dijo también.

“Voy a decir lo mismo: verles enfadados y que lo que digo les enfada, me gusta porque significa que les hace daño lo que digo”, espetó el popular entre el aplauso de los suyos.

A partir de este punto, Alonso continuó con su interlocución en donde pidió que el Gobierno de Sánchez pague a Madrid lo que le debe: 10.500 millones de euros.

“Lo que les he intentado ejemplificar en este debate es que algunas formas de organizar la sociedad animan a la gente a innovar, a correr riesgos, a ahorrar para el futuro, a encontrar formas mejores de hacer las cosas, a aprender y a conseguir el bien común mediante la suma de esfuerzos individuales. (…) Estos Presupuestos es decirles (a los madrileños) claro que es posible otra forma de gobernar, otro gobierno es posible y aquí está Madrid para demostrarlo.

España no ha perdido su dignidad, la ha perdido su Gobierno; España no ha perdido su capacidad, la ha perdido su Gobierno; España no ha perdido su futuro, lo ha pedido su Gobierno.

Sigue mereciendo la pena confiar en España y estos Presupuestos es recordar a los madrileños de siempre, a los nuevos y a quienes no lo son que aquí está Madrid, una región especialmente fiable y todos saben que un Gobierno del PP no les va a fallar ni a decepcionar”.

Una vez que Alonso concluyó la bancada popular y el Gobierno, con Isabel Díaz Ayuso a la cabeza, le ovacionaron en pie. Después pidió la palabra Bergerot. “Exijo a la presidencia de esta Cámara que le diga al diputado que retire las palabras que acaba de decir.

Se ha referido a mí en un debate parlamentario y ha dicho que me pone verte enfadada (sic), me pone veros enfadados. ¿Usted se cree que esa connotación no es violencia política en un Parlamento?”, preguntó a Ossio.

“Exijo a la presidencia que le haga retirar esas palabras del diario de sesiones”.

“Me pone verlos enfadados, ¿de verdad?”, insistió la portavoz. Ossorio dijo que lo que él había escuchado “es me gusta verles enfadados”.

“¡Pues lo oíste mal!”, le espetó un diputado de Más Madrid. “Menos mal que han vuelto las taquígrafas”, replicó Bergerot. “Además de ejercer violencia política, cobarde”.